Hacer dieta se ha modernizado
Llega el verano y muchas personas deciden ponerse a dieta. Los mensajes «dietéticos» que llegan ahora, sin embargo, vienen camuflados con contenidos «healthy», pero siguen los patrones conocidos ya históricamente: restringir la ingesta de ciertos alimentos con el pretexto de una vida saludable.

Hace mucho que sabemos y también hace mucho que lo intentamos dejar claro por aquí, que la conducta dietante es altamente peligrosa para la salud, a pesar de que hayamos creído todo lo contrario años atrás.
A pesar de ello, el comportamiento de dieta no ha dejado de estar presente en buena parte de la población, especialmente en verano, pero ahora se “esconde” o camufla bajo otros nombres y conceptos basados en la “superación” y el “salutismo”.
Ahora es habitual, especialmente en redes sociales, encontrar la conducta de dieta detrás de retos virales, por ejemplo, los basados en la norma de los 21 días (sostenido en la idea de que, al repetir una acción durante 21 días, esta se convierte en un hábito). Así han surgido algunos como el reto de los 21 días sin azúcar o sin harinas. En este caso, el propósito es el mismo que en una dieta restrictiva común; restringir cantidad y restringir grupos de alimentos.
Del mismo modo, términos ya antiguos como “dieta antioxidante” han sido sustituidos por planes dietéticos "antiinflamatorios". De nuevo, este comportamiento dietético se basa en la premisa de que ciertos alimentos son perjudiciales para la salud y que evitarlos o ingerir otros que los contrarresten nos hará estar más sanos. Y, además, nos hará adelgazar también.
Asimismo, lo que hace poco eran mensajes centrados en la reducción de la densidad calórica de nuestra dieta mediante el ensalzamiento de todo tipo de postres desnatados o 0%, de un tiempo a esta parte se ha reconvertido en la tendencia de hacer postres fit o healthy. La idea, de nuevo es la misma: comer alimentos dulces creyendo que son menos perjudiciales.
En conclusión, seguimos restringiendo, seguimos pensando que hay alimentos tóxicos, seguimos contando las calorías y las grasas y seguimos sintiendo culpa tras cada prohibición… Pero, además, también seguimos utilizando conductas y comportamientos para el control del peso no probadas científicamente y, lo que es peor, seguimos perpetuando comportamientos que sí derivan en un peor estado de salud físico y mental, y esto sí que está demostrado científicamente.
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