El día en el que Steve Jobs lo dejó

Tal día como hoy, un 24 de agosto de 2011, Steve Jobs presentó su renuncia como Director Ejecutivo de Apple. El magnate y cofundador de la multinacional de la manzana mordida, una de las empresas más poderosas en el sector de tecnologías de la información y la comunicación, estaba muy enfermo. Mes y medio después, con 56 años, falleció por un cáncer de páncreas que se le detectó en 2003. Jobs creció en una familia de clase media tras ser dado en adopción por sus padres biológicos. Aunque tuvo que dejar la Universidad Reed College de Portland (Oregón) por falta de dinero, a los 27 años ya era millonario. El artífice de Macintosh, el primer ordenador personal; del servicio de Streaming, que transformó la industria musical; de los llamados teléfonos inteligentes -su iPhone sigue siendo el smartphone más vendido del planeta-, de las tablets, de los televisores con conexión a internet... e incluso de la transformación de Pixar, una empresa tecnológica reconvertida en productora de películas de animación que gustan tanto a los adultos como a los niños, está detrás de estos inventos que han cambiado el mundo. Admirado por su inteligencia, visión y capacidad de trabajo, también tuvo sus detractores por su actitud explotadora y hostil con los trabajadores de sus empresas. Muy premiado, hasta por los presidentes de Estados Unidos, Ronald Reagan le puso su primera condecoración en 1985, y Joe Biden la última, a título póstumo en 2022.
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