MIKEL INSAUSTI
CINE

«The Walk»

En el año 2008, el inglés James Marsh ganó el Oscar al Mejor Documental por “Man on Wire”, donde descubría al mundo la figura del funambulista francés Philippe Petit, en relación con el desafío que llevó a cabo el 6 de agosto de 1974, al cruzar la distancia existente entre las dos Torres Gemelas por un cable y sobre el vacío, tardando en lograr su hazaña tres angustiosos cuartos de hora. Semejante odisea se merecía también quedar inmortalizada en una ficción, tarea a la que se ha entregado en cuerpo y alma durante los últimos años Robert Zemeckis. Por fin, el pasado verano rodó su ansiado proyecto, adaptado, junto con el guionista Christopher Browne, del libro autobiográfico que Petit publicó en 2002 bajo el título de “Alcanzar las nubes”.

Zemeckis es y ha sido uno de los cineastas más experimentadores de Hollywood, lo cual no siempre es fácil dentro de una industria que exige ante todo el rendimiento comercial. Lleva innovando en el campo de los efectos especiales desde su famosa trilogía “Regreso al futuro” y se adelantó al demostrar las posibilidades de las imágenes generadas por ordenador o CGI con la comedia fantástica “La muerte os sienta tan bien”. Antes ya había explorado al máximo la combinación entre animación e imagen real en “¿Quién engañó a Roger Rabbit?”. Y con la llegada del nuevo milenio se enfrascó en el desarrollo del sistema de captura de movimiento, de controvertido resultado en títulos como “Polar Express”, “Beowulf” o “Cuento de Navidad”. Son muchos los profesionales de la interpretación que reniegan del trabajo delante de una pantalla verde, para acabar luego en la sala de montaje introducidos en escenarios virtuales. Pero la respuesta la tiene una vez más el público, que reclama un mayor grado de emoción en el espectáculo audiovisual.

Y a ese creciente interés quiere seguir respondiendo Zemeckis, que prepara ya la película de ciencia-ficción “Major Matt Mason”, que será protagonizada por Tom Hanks, actor que sigue confiando ciegamente en el hombre que le dirigió en la oscarizada “Forrest Gump”. Mientras tanto, promete sensaciones fuertes para el espectador con “The Walk”, mediante la utilización de la última tecnología en 3D. Lo que persigue con las cámaras estereoscópicas es colocarnos subjetivamente en el lugar del equilibrista para poder sentir el vértigo de la altura. Se va a tratar, sin duda, del consabido estreno ligado a noticias de mareos en las proyecciones. Es lógico, porque estamos acostumbrados a observar a los acróbatas o trapecistas circenses desde el suelo, mirando hacia arriba y no al revés. Ahora toca dirigir la mirada en picado, algo que no resulta apto para quienes sufran mal de altura.

Para recrear el hito histórico marcado por Philippe Petit hacía falta reconstruir localizaciones que ya no existen, como puedan ser, evidentemente, las Torres Gemelas. Además de la ayuda de los efectos digitales, ha sido necesario buscar una ciudad parecida arquitectónicamente a Nueva York y Zemeckis la ha encontrado en Montreal. La otra suplantación, por así decirlo, era la del verdadero protagonista francófono. Había que dar en el mercado anglosajón con un actor que hablara francés y que pudiera formarse, además, en la acrobacia y el equilibrismo profesionales. Hijo de una francesa y a la postre consumado malabarista, Joseph Gordon-Levitt no ha tenido problemas para hacerse con el exigente papel.

Para completar el reparto de colaboradores de Petit, con los que formaba un equipo que tuvo que moverse dentro de la ilegalidad y hacer frente a la posterior detención policial con cargos, están Charlotte Le Bon, Ben Schwartz y James Badge Dale. Como invitado de lujo figura el veterano Ben Kingsley, que tiene siete años más que el conocido compositor musical Alan Silvestri, encargado de añadir tensión a través de la banda sonora.