Ramón Sola
BARCELONA

Lo llaman «movilización permanente»... y lo es

El día 11 fueron universitarios, padres y madres. El día 12 han sido jóvenes (y no tan jóvenes). El 13, hoy sábado, van a ser todos y todas. Antes de la sentencia lo llamaron «movilización permanente»... y lo está siendo, con sus debates de fondo.

En los árboles de muchísimas calles de Barcelona hay pegados carteles que tienen al menos dos semanas de antigüedad, porque animan a estar atentos a la sentencia del «procés» y desatar entonces una «movilización permanente». Hoy habrán pasado ya 13 días desde que se conoció el fallo y se producirá probablemente la movilización más masiva (17.00, calle Marina), convocada por la ANC, Òmnium y otros 130 colectivos. Y en esta cadena incesante, ayer, día 12, les tocaba a los jóvenes.

Convocaban sindicatos estudiantiles y Arran, el colectivo juvenil de la Esquerra Independentista. Eran algo menos que los universitarios, padres y madres que hicieron casi el mismo recorrido un día anterior, pero con las mismas ganas y sus propios matices. Por ejemplo, «rabia» es una de las palabras más recurrentes en sus eslóganes, y quedó patente cuando –anteayer no, ayer sí– plantaron la pancarta en modo desafiante en la entrada a la comisaría española de Via Laietana, para gritarles a la cara lemas como «Fuera las fuerzas de ocupación», «Este edificio será una biblioteca» o incluso «Sin farlopa no sois nada».

Hay enfado, mucho, pero también alegría juvenil. La marcha partió de la Plaza Universitat tras cantarse ‘‘No volem ser’’, ‘‘El cant des maulets’’, ‘‘L’estaca’’ y también ‘‘Bella ciao’’.

Y entre rabia y juerga, también debates. Los sindicatos estudiantiles insisten en la necesidad de construir «una movilización sostenida, contundente y también masiva; un plan de lucha». Temen que el arrastre que logran entre los jóvenes dinámicas como Tsunami Democràtic acabe siendo contraproducente: «No podemos estar a la espera de indicaciones, de no sabemos quién, por un canal de Telegram. Ese plan lo tenemos que hacer colectivamente, desde abajo, en asambleas en instituciones, universidad, barrios, CDR...», sugieren. Pero era difícil sustraerse ayer al encanto de Tsunami tras poner fecha a próximas acciones... y fechas tan evocadoras como el día de reflexión para las estatales o el clásico Barça-Madrid.

La marcha acabó llegando al Palau para reprochar al Govern la actitud de los Mossos. Así terminó el día 12. Hoy será el 13. Y será punto y seguido, no punto y final.