GRANOLLERS 24

ANAITASUNA 17

Anaitasuna ni siquiera inquietó al Granollers, y eso que empezó un poco mejor en los minutos iniciales, aunque se topó con Schulz desde el primer minuto, cuando paró dos balones a bocajarro en contraataque sin ninguna oposición a Gastón y Garza.

A partir de ahí el portero argentino parecía saber de antemano a donde iban los lanzamientos de nueve metros de los navarros (paró 9 de 13 tiros desde esa distancia antes del descanso) y, mientras sus compañeros iban entrando lentamente en el partido tras unos primeros 10 minutos flojos -salvo el pivote sueco Grundsten, que convirtió en gol todo lo que le llegó, y sostuvo el ataque local en esos inicios-, el exportero de Anaitasuna se encargaba de aguantar el marcador y, de paso, comerles la moral a sus excompañeros, o al menos esa sensación dio.

Los errores ofensivos vallesanos permitieron a Anaitasuna adelantarse en los primeros 10 minutos (3-5), pero el castillo de naipes se vino abajo en 160 segundos. Nada más entrar en sustitución de Bernatonis, Nadoveza lanzaba en suspensión, Schulz paraba y en la segunda oleada del contraataque marcaba Pérez (4-5). En la siguiente acción la parada era a Montávez, y el contragolpe directo aprovechado de Grundsten (5-5). Nada más empezar a mover el balón el Granollers lo robaba y otra contra directa, esta vez de Salinas (6-5); y enseguida una falta de ataque de Nadoveza, balón en largo y Pérez que hacía el 7-5.

En poco más de dos minutos el equipo de Etxaburu perdía el control del partido, perdía balones y remataba sin criterio, y en su desorientación encajaba un parcial de 9-2 que llevaba el marcador del 3-5 al 12-7. Schulz se iba al descanso con un estratosférico 60% de paradas (12 de 20), por 4 de 17 de Capón (24%), y Anaitasuna había marcado 8 goles de 23 remates (35%).

Granollers empezaba la segunda mitad con un jugador menos por exclusión de Resina, y cuando volvía al campo se cruzaba con su compañero Grundsten, excluído también. Pero Anaitasuna, lejos de aprovechar la superiodidad numérica, consumía dos ataques sin rematar, perdiendo dos balones, y Ruiz y Salinas hacían un parcial de 2-0 antes de recuperar a su compañero. Siete goles de ventaja (la máxima diferencia serían ocho, 21-13 a nueve minutos del final) y, pese a que todavía quedaba mucho tiempo, Anaitasuna no dio nunca la sensación de que pudiera remontar. Etxaburu cambió su defensa a un 5:1 que el Granollers superó fácilmente desde los extremos, y ambos equipos se limitaron a consumir los últimos minutos.