Definitivamente, llegaron los play offs. Los marcadores se han estrechado, los partidos son a cara de perro y, aunque apenas hay victorias visitantes, los locales sudan tinta. Los Golden State Warriors y Chicago Bulls suman sendos 2-0, pero no sin sufrir; que es lo bueno para el aficionado neutral, por otro lado.

Los 12 puntos que aportaba Leandrinho Barbosa saliendo del banquillo les supieron a oro puro a los Warriors de Steve Kerr. El escolta brasileño ha encontrado su rol como jugador «revolucionario» en el esquema de los de Oakland, y gracias a su reconstituyente actitud, los californianos lograban rehacerse de un mal arranque.

Anthony Davis, que acabaría con 26 tantos y 10 rebotes, llevaba la voz cantante en los compases iniciales, y aunque ya para el descanso el líder de la NBA terminaría por adelantarse por 55-52, esta voltereta se debía a los puntos de Barbosa, así como la solidez ofrecida por Andre Iguodala saliendo del banquillo.

A partir del receso, los Splash Brothers sacaron lo mejor de sí mismos. Klay Thompson se fue a los 26 tantos y Stephen Curry repartía 6 asistencias mientras añadía 22 puntos a su cuenta. A los Pelicans, en cuanto bajaron sus porcentajes en el tiro, los rebotes de Draymond Green y Andrew Bogut les impidieron tener nuevas opciones: 97-87 y la serie que cambia de ubicacion.

Las alternativas de Chicago

Jimmy Butler, con 31 puntos y 9 rebotes, fue el líder anotador de unos Chicago Bulls que sudaron cada punto ante Milwaukee, por mucho que se impusieran por 91-82 y se adelanten 2-0 frente a los Bucks. Los de Tom Thibodeau debieron echar mano de Butler y de los 35 rebotes sumados por Joakim Noah y Pau Gasol para salir airosos del envite.

Resultó un partido bronco, con roces como el del local Aaron Brooks con John Henson, así como el que tuvieron Zaza Pachulia y Nikola Mirotic en los últimos minutos del partido. Chicago lograba una mínima ventaja al descanso, 39-38, sin terminar de encontrarse cómodo, ya que Derrick Rose vivía un partido opuesto al estreno –con todo, acabaría con 15 tantos, 9 asistencias y 7 rebotes–. El propio Rose y Butler aparecieron en los minutos decisivos, junto con los triples de Dunleavy, para amarrar el partido para los Bulls.

Cerrada votación

Por otro lado, la NBA sigue repartiendo sus premios individuales. Después del galardón al Mejor Sexto Hombre, el preparador de los Atlanta Hawks Mike Budenholzer se llevó el reconocimiento al Entrenador del Año.

Tuvo una votación reñida con Steve Kerr. Budenholzer recibía un total de 513 votos, por 471 para el de los Warriors. El tercero, Jason Kidd, de Milwaukee, acabaría solo con 57 votos.