Arnaitz GORRITI
Liga ACB

GBC, hay faena en Zaragoza

Si los donostiarras cayeran ante el CAI, el triunfo del Real Madrid a Manresa lo mantendría en la Liga ACB.

La derrota de Illunbe frente a Baloncesto Sevilla fue un golpe muy duro para Gipuzkoa Basket. Pese a tratar de poner buena cara, los jugadores donostiarras no podían evitar sentir que les habían fallado a sus seguidores, y aunque la permanencia por otro año en la Liga ACB Endesa sigue estando en sus manos, su deseo es que la despedida de la presente temporada sea no solo certificando la salvación, sino hacerlo derrotando al CAI.

«La victoria contra el Tenerife fue importantísima; quizá suponga la salvación. El subidón era lo que tocaba», explicaba Jaume Ponsarnau en su alocución semanal. «Por eso la derrota ante Sevilla fue una decepción. Lo fue por resposabilidad: acabar ganando en casa era una cosa muy bonita, muy ‘realizante’, y creíamos que muy merecida por conseguirla ante nuestra gente. Volvimos a competir otro partido en casa, pero no lo conseguimos y de ahí la decepción. Ahora hay que rearmar el equipo y salir de la depresión que supuso aquello», añadía.

Por otro lado, el preparador manresano se impuso el reto de volver a ser competitivo lejos de Illunbe, algo que su equipo ha dejado de ser en los últimos tiempos, ya que ha cosechado abultadas palizas en canchas como las de Murcia, Bilbo o Badalona, plazas sin duda complicadas, pero en las que Gipuzkoa Basket salió escaldado.

«Estamos muy orgullosos de nuestro nivel competitivo en casa. Pero fuera de casa, en el momento en que nos hemos encontrado con equipos o jugadores inspirados, las adversidades se nos han hecho muy pesadas y nos hemos hecho muy pequeños», reconocía.

«Creer» y «ser equipo»

Sabedor de que una derrota del Manresa en la cancha del Real Madrid salva a Gipuzkoa Basket, Jaume Ponsarnau prefería no fiarse de la teórica superioridad merengue ante su exequipo, y sobre todo buscaba que los suyos afronten el partido de esta tarde –frente a un CAI que ya no opta por jugar los play offs una vez que Laboral Kutxa Baskonia amarrase su clasificación– cohesionados y creyendo de verdad en sus posibilidades.

«Hemos incidido en dos cosas durante la semana. La primera en ‘creer’. Que no pierda la esencia de lo que ha conseguido durante la temporada, y que creamos en lo que hemos sido lo que queremos ser. Lo segundo es ‘ser equipo’. Lo que nos está pasando estas semanas es frustrante, pero lo cierto es que este equipo ha sido ‘muy equipo’ toda la temporada y tiene que seguir dando esa imagen. Por nosotros, por el club y por la gente que nos apoya y vendrá a vernos», remataba un Ponsarnau conciente de los 60 seguidores que viajarán a Zaragoza y que daba la “buena nueva” del retorno de Mikel Motos de su lesión.

Jared Jordan, a un paso de mejorar a Pablo Laso

Jared Jordan, indiscutible mejor pasador de la temporada, todavía tiene un reto por delante. Con el liderato en el apartado de las asistencias ya en el bolsillo, el director de juego del Gipuzkoa Basket podría conseguir la mejor media de los últimos 12 años. Para ello, solo necesita repartir cuatro asistencias en el partido que le queda por disputar ante el CAI Zaragoza. De este modo, establecería la mejor media desde la temporada 1993/94, cuando el ahora entrenador del Real Madrid Pablo Laso acabó con 9,2 pases de canasta por partido.

El base de Hartford ha repartido 231 asistencias a lo largo de las 33 jornadas en su estreno en la Liga ACB Endesa, una verdadera especialidad de la casa. De hecho, durante sus anteriores etapas en Europa, el base titular de Gipuzkoa Basket ha liderado este apartado de forma recurrente. Así, en la temporada 2011/12 lideró la Liga Griega al promediar 5,5 pases de canasta con el Kolossos Rodas. Ya en las filas del Telekom Baskets Bonn de la Bundesliga, lideró el apartado de asistencias en la competición doméstica en las campañas 2011/12 y la 2012/13, así como en la Eurochallenge de la temporada 2011/12, en este caso promediando nada menos que 8,8 pases de canasta por partido. GARA