Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «La profesora de historia»

La historia no se aprende, la historia se comprende

En el mercado francófono se le da mucha importancia al cine didáctico, tanto en su vertiente documental como en la de ficción. “Les héritiers” se sitúa a medio camino entre “La clase” (2008) de Laurent Cantet y “Profesor Lazhar” (2011) de Philippe Falardeau. La realizadora Marie-Castille Mention-Schaar combina el estilo naturalista con la melodramatización, y si en la primera parte se acerca al alumnado de un instituto con espíritu de reportera, luego desarrolla una trama más emotiva que busca ganarse el corazón del público.

Desmoraliza saber que el sistema educativo no ha avanzado, porque esta película vuelve a reivindicar lo mismo que ya se reclamaba en las aulas allá por los años 60. Y es que pone una vez más sobre la mesa lo trasnochado de la forma en que se enseñan determinadas materias como la historia, obligando a los chicos y chicas a retener mecánicamente una sucesión de fechas y lugares, en lugar de enseñarles a comprender el devenir de los acontecimientos y su razón de ser.

En atención al título original de “Les héritiers”, la referencia resulta clara con respecto a la herencia derrotista que reciben las nuevas generaciones de sus mayores. Por lo tanto, no parece que quepa la psoibilidad de una revolución, o de siquiera una reforma estudiantil en profundidad. Simplemente se trataría de ejemplos aislados, de casos vocacionales, como el de la motivadora docente que interpreta Ariane Ascaride.

La actriz de las películas de Robert Guédiguian sacrifica su imagen, con unas gafas poco favorecedoras que la afean y envejecen, para concentrarse en la idea del necesario sacrificio que supone el rescatar a una juventud marginada y sin futuro académico. La vía de dignificación para sus castigadas criaturas del “banlieue” es la participación en un concurso escolar sobre la Resistencia y la Deportación, con las víctimas menores del nazismo como tema concienciador.