La historia continúa precipitándose ante nuestros ojos. La desaparición de CiU, ayer, es un paso más de la revolución catalana, pero un paso de una dimensión colosal y de un simbolismo sin medida. Porque CiU ha sido el gestor por excelencia de la autonomía catalana y si desaparece CiU, se sanciona la desaparición de la autonomía.

Es cierto que durante dos legislaturas la izquierda (PSC-ERC-ICV) formó gobierno, pero tanto por los años de mandato como por la mentalidad con la que gobernaban, creo que poca gente pondrá en duda que CiU ha sido el gestor de la autonomía catalana, más o menos como el PSC ha sido el gestor del poder local catalán. (...)

Esta vez, el gesto del partido grande de la coalición ha sido contundente y sin retorno: o independencia o nada. CDC tiene bien asumido que el 27-S no son unas elecciones autonómicas y que, por tanto, no está en juego la gestión de la autonomía; ahora no se trata de si manda este o aquel. Esta vez hablamos de algo que va mucho más allá, tan trascendente que no admite ni una brizna de ambigüedad, especialmente en aquellos que quieren aparecer como los mejor preparados para encabezar la nueva etapa. (...)

Niños: cinturón abrochado, ojos mirando la carretera, hacia bien claro y gas a fondo, que eso coge velocidad.