Maitane ALDANONDO
Gasteiz

ECOPAJA: INNOVANDO EN LA TRANSICIÓN DESDE EL CULTIVO A LA BIOCONSTRUCCIÓN

La empresa alavesa nace del deseo de dos aparejadores por solucionar los problemas de la construcción mediante fardos. Con ese objetivo han desarrollado un sistema para fabricar de manera industrializada módulos con estructura de madera y paja en el interior.

E coPaja es una empresa gasteiztarra creada por dos aparejadores para desarrollar módulos destinados a la bioconstrucción. Son paneles aislantes por una estructura de madera y paja compactada en el interior que por sus características puede emplearse tanto como elemento estructural como cerramiento. José Veiga, uno de los dos socios, lleva más de diez años trabajando con este material, experiencia que es la base del proyecto. El mayor reto ha sido solucionar las dificultades de la construcción con fardos. Estudiaron las propuestas existentes en Europa «mejorándolas y adaptándola a producto local». Para eso han desarrollado una máquina compactadora mecánico-neumática con la ayuda de la firma de instalaciones industriales Svet Vit, donde anteriormente trabajó Veiga. El aparejador admite que su experiencia previa como encofrador, levantando estructuras, le ha sido útil en esta labor. Colaboran también con el laboratorio Ensatec de Navarrete (La Rioja) para cumplir con el Código Técnico de Edificación.

Empezaron como autónomos y van a constituirse como sociedad limitada con dos técnicos montadores en plantilla. La inversión inicial ronda los 20.000 euros, aunque Veiga matiza que realmente es «incalculable», ya que «el tiempo, las horas que he metido en el proyecto son incontables». EcoPaja tiene año y medio pero apenas han facturado. Es ahora cuando están empezando a darse a conocer a raíz de la primera casa que han construido recientemente en Zamudio. Gracias a su carácter innovador, han podido estar presentes en las ferias de consumo sostenible y productos ecológicos BioTerra y BioNavarra, lo que les ha servido de escaparate. «Tenemos un aluvión de solicitudes de presupuestos. La gente lo estaba esperando. Hay otras dos empresas en Madrid y Valencia que hacen cosas parecidas, pero hemos tenido suerte y perseverancia para sacarlo nosotros», reconoce Veiga. También varios arquitectos se han puesto en contacto con ellos para ofrecer EcoPaja a sus clientes. Actualmente, están trabajando en una vivienda de dos alturas en Bizkaia, y entre los posibles proyectos hay viviendas unifamiliares, naves agrícolas o almacenes. Veiga explica que estos módulos están preparados para cualquier tipo de edificación y clima.

El mayor reclamo de estas construcciones es el ahorro energético, que puede llegar al 90%, y la calificación energética máxima, con un consumo casi nulo. La materia prima aun siendo ecológica es más barata, y el precio disminuye al reducirse los tiempos. «Va muy rápido. Una vez hecho el diseño del interior se cierra el presupuesto y se tarda un mes en fabricar la madera. A los 10-15 días de construcción ya estás con las instalaciones. En seis meses estás en casa». Utilizan materiales ecológicos y, en lo posible, locales como la paja que es de productores alaveses. El coste de los módulos es de 120 euros por metro cuadrado para la autoconstrucción y de 150 euros si lo montan ellos; en cambio, la construcción llave en mano cuesta 1.000 euros el metro cuadrado. Modulan cada proyecto para que resulte en el máximo de paneles iguales, dejando los diferentes para las esquinas donde empieza el proceso de montaje. Los paneles están numerados y el autoconstructor cuenta con un plano en 3D. «Es muy sencillo montarlo si tienes un poco de mano con el taladro. Damos instrucciones sobre cuántos tornillos, a cuánta distancia, la inclinación... que viene calculado con ingeniería. Te lo llevas tú mismo y puedes hacerlo sin grúas ni nada». Completan su trabajo con un estudio geológico del terreno y también ofertan tejados verdes de corcho prensado, caucho, tierra y una capa vegetal.

 

Viviendas seguras y saludables, en contra de los prejuicios

Entre los prejuicios sobre las viviendas construidas con paja están las dudas respecto a su seguridad. José Veiga, de EcoPaja, explica que aunque sus paneles son de madera y paja, su compactación permite crear viviendas «totalmente seguras, con una resistencia al fuego de 90 minutos, que triplica lo exigido por la ley, y sin humos tóxicos». Una vez levantados, los muros se cubren con cal apagada que además de ser biocida y bactericida, impermeabiliza y permite que los paneles transpiren. Finalmente, la parte interior se remata con arcilla en placas que, en palabras de Veiga, «coge y suelta calor a la vez que regula la humedad de la vivienda».