El guion de los hermanos Pastor, que al final han conseguido instalarse en Hollywood gracias a la escritura y no a la realización, fue adquirido por el productor Ram Bergman en la Black List del año 2011, constituida por los guiones interesantes desechados por los grandes estudios. De ponerlo en escena fue encargado Tarsem Singh, entre otras razones porque al ser un cineasta de origen indio podía entender mejor el tema de la reencarnación. Ascendencia también extensible al actor estelar Ben Kingsley.

Nada más salir las primeras críticas en los EEUU, la coincidencia fue total a la hora de señalar que la película es un remake inconfeso o involuntario del clásico en blanco y negro de John Frankenheimer “Seconds” (1966), titulado en su versión doblada “Plan diabólico”, y que fue protagonizado por Rock Hudson.

La jerga futurista ha sido cambiada para la ocasión, y ahora a la transferencia de la mente del cliente deshauciado a un cuerpo joven y sano se le llama «muda». Es así como Ben Kingsley se transforma en Ryan Reynolds, dentro de un thriller sobre los misterios de la industria encargada de la costosa operación.