Este no es el encuentro informático más grande, pero sí es de los más importantes del norte de la Península, el más antiguo y, este año, uno de los más rápidos del mundo. Ha conseguido colgarse ese honor al ofrecer a los usuarios 40 gigas de conexión a Internet, por lo que esta party se convierte en un lugar ideal para descargarse archivos a toda velocidad, aunque también aprovechan para jugar a los juegos que habitualmente practican en casa.

Pero aquí la hacen rodeados de amigos. Raúl y Dani lo son desde hace años. Se conocieron en la Euskal Encounter y es aquí donde vuelven a reunirse cada año, a pesar de ser los dos de Bilbo. «Es una tradición. Nuestros respectivos amigos no son unos ‘frikis’ como nosotros, así que cada año quedamos y nos ponemos al día, y sacamos nuestro lado más fanático», comenta Raúl. «Es una vía de escape –confiesa Dani entre risas–, con él puedo hablar de lo que quiera sin tener que pensar las palabras, él siempre me entiende. ¡Cásate conmigo!».

Y es que el lenguaje informático no es tan sencillo de comprender para el resto de los mortales. Por ejemplo, la conferencia sobre overlocking (una técnica que busca conseguir un rendimiento informático más alto de forma gratuita) está llena de seguidores. Sin embargo, una servidora no entendió ni una palabra.

A su lado se imparte un taller mucho más práctico. Miembros del laboratorio ciudadano Hirikilabs trabajan con impresoras 3D, con las que realizan piezas para construir un robot. Después, mediante una programación «sencilla», consiguen que estos recorran un laberinto dispuesto en el suelo. Mientras, otras impresoras van elaborando caras, cubos o Minions, los traviesos ayudantes amarillos del villano Gru. Estos simpáticos personajes decoran muchas mesas, como otros extraídos de los dibujos animados: los Simpson, Naruto, Dragon Ball, South Park, Pokemon, Super Mario Bros, Toy Story, Star Trek...

De esta mítica serie no podía faltar el Doctor Spok, que está sobre un ordenador adornado por una bandera catalana. Es el sitio de los amigos catalanes que ya nos encontramos en el Gipuzkoa Encounter de Tolosa. Esta vez no se hallan en «posiciones», por lo que no pudimos hablar con ellos de nuevo.

De visita... al Eroski

En primera fila asomaba la bandera de una cuadrilla asturiana que ha venido a Barakaldo a pasar estos días porque la AsturParty se suspendió por falta de recursos. Solo dos de estos amigos llegaron a conocer ese encuentro; el resto es la primera vez que acuden a un evento de este tipo. «Jugamos al ‘Counter Strike’ y al ‘League os Legends’. Dentro de un rato tenemos un torneo entre los que estamos aquí. Seremos unos cien equipos –comenta Benhur Carcaba–. En casa también jugamos pero estar aquí supone compartir las aficiones con gente del mismo rollo». Preguntados por si han podido salir del BEC para ver algo de Barakaldo o Bilbo, un amigo sentado más allá responde bromeando que «Eroski es muy bonito», en referencia al supermercado que hay justo al lado del Center.

No obstante, tenían intención de desplazarse por la noche hasta las fiestas de Ermua.

En un pabellón contiguo está el camping. Cientos de tiendas ocupan hasta el último centímetro de espacio. Algunos todavía dormían rozando el mediodía, otros se dirigían a la ducha. Entre un pabellón y otro se forman pequeños grupos de personas hablando.

Un chico pilota un dron y realiza acrobacias con él mientras que otros dos pelean con espadas de plástico. «Comenté que practicaba esgrima antigua y ellos se apuntaron a que les enseñara», explica Ander Madinabeitia. Pertenece a una de las asociaciones que recrean este tipo de lucha, el Club de Esgrima CSE de Gasteiz.

«Ahora con sable, ahora con espadín, ahora con pistola. ¡A la mierda las espadas! Las pistolas matan más rápido», exclama de forma divertida. No se ha conservado la tradición de este tipo de lucha, por lo que se basan en manuscritos antiguos. Abandonamos el BEC mientras continúa con su clase particular para improvisados alumnos.