Jakes PARROU
DONOSTIA
A VISTA DE CATALEJO

Esperando al cazador de elefantes

El acontecimiento anual más esperado del verano en el mundillo taurino suele ser la corrida goyesca de Ronda, pero esta temporada le gana de calle la goiesca de Ilunbe. No se habla de otra cosa, ni entre los taurófilos de toa España ni entre las gentes de Donostia.

Y más aún desde que el Borbón aita decidiera autoinvitarse. Se cuentan las horas para mañana y se disparan las especulaciones: ¿Dormirá en el María Cristina o en el Londres? ¿Paseará la patachunga por La Concha? ¿Se traerá la escopeta? ¿Sacará el dedito a pasear si alguien le increpa? ¿Le hará los honores alguna autoridad local o vascongada? Por si no hay voluntarios, Ernesto Gasco ya se ha puesto insufrible: «Creo que don Juan Carlos ha sido un gran jefe del Estado». Hay que ser pelotilla...

El mandamás municipal parece bastante más incómodo. Es lo que pasa, Eneko, que si montas un circo te pueden crecer los enanos. Hay que reconocer que por una vez los de la Casa Real española han estado vivos para ponerle la guinda al pastel de la reconquista de Donostia. Para los anales no va a quedar esta Aste Nagusia de 2015 como la del nuevo alcalde Eneko Goia, ni como la del abordaje masivo, ni siquiera como la de Rosariyo, sino como la de «¿te acuerdas aquella vez que vino el Juan Carlos a los toros?». Y espera que no la líe, que los aires vascos, aunque sea en recinto tan poco ventilado, se le atragantan al monarca devenido en cazador de elefantes. O cualquier otra sorpresa, que una corrida de toros es una cosa muy perra: se lo pregunten a los de Tafalla cuando aquel toro saltó al tendido hace cinco años.

Quien no estará (ya avisamos de que esta Aste Nagusia venía bastante gafada) es Francisco Rivera Ordóñez. Al hijo de «Paquirri» lo ensartó anteayer en Huesca un bicharraco que le ha dejado el bajo vientre como para hacer morcillas, así que ha habido que cambiar el cartel. Por cierto, el morlaco se llamaba ‘‘Traidor’’, como si el que lo bautizó ya supiera que iba a darles el primer disgusto a los Chopera.