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IRUN

La administración de La Bacaladera de Irun plantea liquidar la empresa

La sección sindical de ELA en esta emblemática empresa, que ha sido líder en su sector, denuncia la «nefasta gestión de los últimos años» y teme que la decisión dejará «a más de 50 familias en la calle» en una ciudad «excesivamente castigada» por la crisis.

El pasado lunes los administradores que gestionan el proceso concursal abierto en la empresa La Bacaladera de Irun comunicaron a los más de 50 trabajadores la decisión de plantear la liquidación de la misma.

Fundada en 1956, la empresa se dedica a la transformación, importación y comercialización de pescado, y orienta sus productos a la hostelería y a la distribución. En 1996 el grupo noruego Solstrand compró La Bacaladera, mientras que entre los contratos firmados, destaca el de 2006, suscrito con Artic Seafood en cooperación con el Gobierno de Groenlandia. En 2008 llegó a un acuerdo con la Cofradía de Hondarribia para crear en 2009 conjuntamente Pescados Higer.

Tras conocer la intención de liquidar la empresa, el sindicato ELA emitió ayer un comunicado en el que manifiesta su «absoluto rechazo» a esta decisión, que va a suponer «dejar a más de 50 familias en la calle» a causa de la «nefasta gestión» que, a su juicio, los propietarios y responsables de La Bacaladera S.A.U. han venido realizado en los últimos años.

El sindicato cree que esta gestión ha supuesto que la situación económica y financiera de la empresa sea «insostenible», llevando finalmente «al cierre» de una empresa «emblemática, líder en su sector, y con un producto que ha sido y es reconocido por su calidad y buen hacer».

A este hecho se suma la preocupación del sindicato porque Irun es una ciudad «excesivamente castigada» con las consecuencias de la crisis financiera. De hecho, según los datos de agosto de Lanbide, la comarca de Bidasoaldea registra una de las mayores tasas de desempleo de la CAV, con un 14,3% y 5.449 personas en paro.

Esfuerzos en balde

La central sindical lamenta que «todo el esfuerzo» realizado por los trabajadores, que han contraído «importantes deudas salariales especialmente durante los últimos meses», no haya servido «para nada». Denuncia asimismo que por la «incompetencia» de los responsables empresariales, «con su máximo responsable a la cabeza, el sr. José María Salvador De Laurentis», y la «nula implicación» de la propiedad, no haya continuidad para este proyecto empresarial.