Croacia es el futuro. Con sus carencias –ante todo en el puesto de base–, el número y la entidad de talentos de sus jóvenes jugadores –principalmente Dragan Bender, pero no solo– le augura un brillo deslumbrante. Eso llegará el día menos pensado, pero en el presente se presenta oscuro y sombrío tras la humillante derrota ante la República Checa: 59-80, eliminados del Eurobasket y fuera del preolímpico.

El país dálmata afila hoy sus puñales para recibir a sus jugadores cabizbajos y hundidos; un país orgulloso, cuna de talentos como Drazen Petrovic, Velimir Perasovic, Toni Kukoc, Dino Radja o Nikola Vujcic, y que en la actualidad cuenta con Bojan Bogdanovic, Ante Tomic, Darijo Saric o la emergente figura de Mario Hezonja. En Croacia, cuyo mejor resultado a nivel europeo es el bronce de 1993 y 1995, se relamían con el «derbi» de cuartos ante Serbia, llegando a ningunear a su rival de octavos.

Craso error. Desde el 13-20 con el que se acaba el primer cuarto, la República Checa demostró seriedad en su propuesta de juego, con Satoransky de distribuidos y Jan Vesely batiendo con su combinación de altura y movilidad a las torres croatas, en especial un Tomic desaparecido.

El principal problema checo es que sus rotaciones no tienen el nivel de sus titulares... aunque ayer sí. El exbaskonista David Jelinek salía del banquillo para anotar 11 puntos en el segundo cuarto, y Petr Benda sumaba 9 más. En total, un parcial de 18-28, dejando el marcador en un claro 31-48 al descanso.

«Solo podemos pedir perdón»

«Ha sido un partido terrible, solo podemos pedir perdón a nuestros aficionados. Ha sido el peor partido que nos podíamos imaginar. En la segunda mitad dejamos de jugar y los checos rompieron el partido», declaraba un abatido Perasovic en una breve comparecencia de prensa.

Porque el tercer cuarto fue todavía peor. Los checos endosaron un parcial de 2-15 que llegó a poner un bochornoso 33-63 en el luminoso, justo en el momento en el que Krunislav Simon, el único jugador croata que, mal que bien, aguantaba el tipo, se retiraba lesionado.

La República Checa, con todo, tuvo una pequeña crisis en el último cuarto, fruto de la relajación. Croacia se arrimó hasta un peligroso 56-69, pero Schilb y Vesely –20 puntos y 13 rebotes– le pusieron el último clavo al ataúd dálmata.

Lituania contra las cuerdas

Hasta la revitalizadora actuación de Maciulis ante Georgia, Finlandia e Israel ejercieron de víctimas propiciatorias de Serbia e Italia, respectivamente.

La selección suomi aguantó hasta el último cuarto, fruto de su atrevida propuesta y de los puntos de Salin. Pero Raduljica se hinchó con las asistencias de Markovic y Teodosic, Bjelica se hacía con el control del rebote y, después del 61-59, Erceg, Kalinic y Bogdanovic encadenaron un sinnúmero de triples para romper el partido hasta el 94-81 final. Raduljica destacó con 27 puntos, regalo de sus bases.

En Italia, la peor noticia fue la lesión de Bargnani, aunque ello no privó a los de Pianigiani en machacar a Israel por 52-82. La selección hebrea aguantó hasta el descanso, 30-40, pero luego se vino abajo ante los 27 tantos de Sandro Gentile.

Y Georgia, que empezó el Eurobasket fatal, estuvo cerca de dar la otra campanada del día. Lituania estuvo contra las cuerdas, incapaz de frenar a Pachulia, y solo un Maciulis tocado por los dioses aguntaba el chaparrón. El cansancio hizo mella en los caucasianos y Lituania remontó hasta el 79-71.

Un heroico Pulen lideró la remontada georgiana, llegando a poner el 80-79 en el último minuto, pero Maciulis, 34 puntos y 6 rebotes, certificó el 85-81 final con un triple y dos tiros libres.

Bilbao Basket, vencedor en Ibiza

Dominion Bilbao Basket disputaba ayer, en Ibiza, su segundo partido de pretemporada tras el jugado en Zornotza. Los pupilos de Sito Alonso se impusieron por 76-83 al ICL Manresa en el homenaje a Paco Vázquez, exjugador de ambos clubes, campeón de la ACB con la escuadra del Bagés e «ideólogo» del archiconocido «Efecto Miribilla».

En otro orden de cosas, el baloncesto se teñía de luto con la muerte del legendario pívot Moses Malone. Uno de los mejores reboteadores de la historia de la NBA, tres veces MVP, campeón con los Sixers de Philadelphia en 1983 –elegido MVP de aquella finalísima ante Los Angeles Lakers– y miembro del Salón de la Fama, moría en la jornada de ayer a los 60 años, a consecuencia de un ataque al corazón mientras dormía.

También jugó en los Houston Rockets, los Washington Bullets, los Atlanta Hawks, y finalizó su carrera en 1995 en los San Antonio Spurs. En 20 años de carrera promedió 20,6 puntos y 12,2 rebotes. Los Rockets retiraton su dorsal 24. A.G.