Joseba VIVANCO
Segunda División

«No es normal, hemos disfrutado hasta los que hemos perdido»

Las palabras de Enrique Martín al final del derbi resumen el ambiente de fútbol y fraternidad vivido en una abarrotado Mendizorrotza.

El conocido técnico alemán Udo Lattek sostenía que «en el estadio del Colonia hay siempre un ambiente magnífico; el único incordio es el equipo». Más allá de los derroteros deportivos y hasta institucionales que lleven sus respectivos clubes, ayer, hoy o mañana, lo que dejó claro el derbi de aficiones del sábado en un abarrotado Mendizorrotza es que sus seguidores son de esos que todo jugador quiere tener detrás, en las buenas y en las malas, y dando un ejemplo de confraternidad como solo el fútbol vasco sabe dar. Más allá de los piques, de los chistes y, sobre todo, de los provincianismos, el Alavés ganó en el campo, pero el fútbol venció en la grada.

Nada más escucharse el pitido final allí mismo quedó enterrado el juego subterráneo que desató la espita del penalti que dio paso al tercer gol alavesista, muy protestado por los jugadores visitantes y que desató conatos de impotencia. En el graderío, en cambio, rojillos coreaban el nombre de Alavés, babazorros el de Osasuna. El capitán Oier se dirijía a sus aficionados para lanzarles su camiseta, gesto que imitaban el resto de compañeros. Media hora después, los jugadores volvían a salir al terreno de juego para devolver los aplausos de los suyos.

El propio capitán habló ayer en Tajonar y se refirió a ello: «Impresionante, como siempre. Esa es la pena… No pudimos corresponderles con un buen resultado. Pero creo que el osasunismo está más vivo que nunca. Hay una unión muy grande y muy fuerte entre el equipo y los aficionados. Ayer quedó demostrado. Después del partido tuvimos que volver a salir al campo porque se lo merecían. Es algo que me encanta».

Fue un duelo intenso de juego, eléctrico, empujado desde el graderío, donde el Alavés tuvo más temple y se benefició de ese tempranero gol de un gran Gaizka Toquero, al que por momentos el sábado la División de Plata se le quedaba pequeña. «Estoy disfrutando muchísimo», dijo. Imposible pasar por alto su lenguaje no verbal tras el precioso cabezazo a la red. Dos segundos de ‘limpiaparabrisas’ y enseguida, con rabia infinita, gritó y señaló al banquillo, hasta terminar una carrera sin fin abrazado de suplentes y titulares. Se lo dedicó a los primeros, porque, confesó luego, él sabe muy bien lo que es ‘calentar’ banquillo, lo que es ver desde el otro lado de la línea de banda partidos como el que se jugaba. Y quiso reconocérselo a ellos.

Enfrente un Osasuna que en la primera parte no supo equilibrar la renta local y en la segunda confundió necesidad con precipitación. Velocidad sin control. Encerró al Alavés en su área pero apenas dispuso de alguna ocasión nítida. Pases mal dados, controles peor recibidos, centros a ninguna parte, nadie que pusiera sosiego... Y el Alavés, bien pertrechado, sacó petróleo de un Toquero que se faja a gusto con defensas desguarnecidas, y asestó un segundo gol ya definitivo y un tercero ya excesivo. Fiesta completa local, mal sabor de boca visitante.

Con ambas aficiones entonando aquello de «Volveremos a Primera, volveremos otra vez», poniendo colofón a una jornada larga de hermanamiento, el club rojillo publicó en su Twitter oficial un agradecido ‘‘Muchas gracias al @Alaves y a la ciudad de Vitoria por cómo nos ha acogido’’, que fue inmediatamente correspondido por El Glorioso con un ‘‘Muchas gracias a vosotros. ¡Nos vemos en El Sadar en marzo!’’. Un derbi que la propia Liga de Fútbol Profesional reconocería minutos después con un ilustrativo tuit, ‘‘¡Muy grandes @Alaves y @CAOsasuna!’’.

Lleno en Mendizorrotza y ganas de que llegue ese partido de vuelta, con la esperanza de que unos y otros sigan en lo más alto de la tabla. El sábado, tanto José Bordalás como Enrique Martín Monreal se deshicieron en elogios por el ambiente futbolístico visto, e incluso el técnico navarro habló de que había disfrutado a pesar de la dolorosa derrota. «Quiero felicitar a las dos aficiones porque esto no es normal en el fútbol. Todos hemos disfrutado, hasta los que hemos perdido», fueron sus sinceras palabras.

Sensaciones encontradas del capitán Oier

Oier habló ayer en Tajonar y asumió que «tengo una impresión un poco encontrada. En la primera parte no supimos aprovechar nuestras armas. En la segunda, nos mostramos tal y como somos».

Osasuna sigue líder empatado con el Córdoba

Osauna mantiene el liderato y es que el Alcorcón, único que podía arrebatarle la posición, se vio sorprendido en casa por el Huesca, 0-1, pero ganó fuera el Córdoba e iguala a los rojillos a 16 puntos.