Amaia U. LASAGABASTER
Primera

A por el más difícil todavía

El Eibar pone a prueba su trayectoria en uno de los campos más complicados de la categoría. Lillo, Eddy y Hajrovic entran en unaconvocatoria de la que se caen Arruabarrena y los lesionados Ramis y Adrián. José Luis Mendilibar puede cambiar el sistema de juego.

BARCELONA - EIBAR

El Eibar pone a prueba su espectacular trayectoria en uno de los campos más complicados, si no el más, de la categoría. Los armeros llegan a un Camp Nou en el que, por mucho que la temporada de los culés esté siendo más irregular de lo que les gustaría, ningún equipo ha conseguido arañar todavía ningún punto.

Y, sin embargo, este Barcelona de Luis Enrique parece dar más opción a la esperanza que el de la temporada pasada. O quizá es que la familiar eibarresa quiere verlo así porque realmente también entonces –prácticamente a las mismas alturas de la temporada que ahora, octava jornada frente a la novena actual– se viajó con ilusión. No solo porque se trataba de la primera visita del Eibar al coliseo blaugrana, sino porque el arranque de temporada de los de Gaizka Garitano estaba resultando igualmente esperanzadora. Y, efectivamente, el equipo cuajó un partido más que digno, aunque acabó regresando a casa con los mismos puntos y tres goles más en contra. Algo que no consuela de antemano a José Luis Mendilibar, aunque también admite que «en estos partidos solemos mirar mucho las sensaciones que obtenemos».

Pero eso quizá habrá que hacerlo a posteriori. Porque el Eibar, aun consciente de las dificultades, confía en sus posibilidades. Quizá porque su inicio liguero está siendo incluso mejor que el del curso pasado, cuando llegó al Camp Nou con diez puntos menos que el Barcelona –cuatro menos de los que tiene ahora el propio Eibar, aunque también con una jornada menos disputada– y unas diferencias más rotundas aún en el capítulo de goles. Este equipo, el de José Luis Mendilibar, está más cerca, por muy siderales que sean las diferencias generales, al cuadro culé. Solo ha encajado una derrota, frente a las dos que han sufrido los caralanes, aunque ha celebrado la mitad de victorias, de ahí los cinco puntos que les separan en la tabla. Es más llamativo, posiblemente, que el Eibar ha encajado menos goles (siete frente a once) que un Barcelona que el año pasado, a estas alturas, todavía no había visto batida su portería en una sola ocasión.

Hay otro factor a tener en cuenta, la ausencia de Leo Messi, que el año pasado fue el principal artífice del triunfo culé. Aunque destacar especialmente su falta puede sonar a chiste, y de dudoso gusto, teniendo en cuenta la larga nómina de estrellas que tiene Luis Enrique a su disposición –incluyendo a Iniesta, ya recuperado– y que el Eibar también ha tenido que viajar con bajas. Incluyendo la de Adrián, un hombre indiscutible en el dibujo de Mendilibar.

En definitiva, que por muchas vueltas que se les den a las circunstancias específicas del choque, «ellos son mejores, es indudable», admite el entrenador azulgrana. Y además «es un equipo diferente. Otros son muy buenos pero no tienes la sensación de que son tan superiores como el Barcelona. No ves el balón y los partidos se alargan mucho».

¿Cómo responder a eso? Pues con muchísimo esfuerzo –«tenemos que sudar como tontos, aunque igual merece la pena», sonríe Mendilibar– y la combinación justa de descaro y precaución. Porque el entrenador vizcaino no quiere que su equipo se cuelgue «del larguero, no podemos meter el culo atrás, aunque el contrario te puede obligar a hacerlo» pero tampoco está por montar un zafarrancho de combate. «Tenemos que ser valientes pero sin pegarnos un tiro, tenemos que jugar con cabeza», subraya, admitiendo que, haga lo que haga el Eibar, el factor fundamental pasa por el Barcelona, concretamente por que no tenga un buen día.

En cualquier caso, recuerda que «estamos en la misma competición y no vamos a ir pensando de antemano que vamos a perder».

Luis Enrique, por su parte, por su parte, recordó que los azulgranas «solo han perdido un paetido en casa y están invictos fuera». «Tienen una idea clara de juego y están en una dinámica positiva», añadió el técnico culé, que no quiso dar especial trascendencia a la plaga de lesiones de su equipo. «No es una situación extrema, sino normal para un equipo grande, que tiene que jugar muchos partidos», asumió.

La baja de Adrián puede variar el dibujo

Las bajas «no me dan miedo porque cuando no han jugado ellos han salido otros y lo han hecho bien», aseguraba José Luis Mendilibar antes de partir pero lo cierto es que el Eibar ha viajado a Barcelona con una ausencia especialmente sensible. A las lesiones de Jaime, Luna y Ramis se ha unido la de Adrián, titular indiscutible en las ocho jornadas previas.

La ausencia del madrileño y las características del rival pueden forzar un cambio en el dibujo del Eibar. Aunque su técnico descartó que vaya a jugar con cinco defensas, sí podría reforzar el centro del campo con la presencia de Eddy Silvestre junto a Escalante y Dani García, lo que reduciría a tres el número de futbolistas en tareas más ofensivas. Borja Bastón, en plena racha, tendría la plaza asegurada y Keko, un futbolista muy implicado en cuestiones defensivas, podría regresar al once, con lo que Saúl e Inui competirían por el puesto restante.

La mejor noticia previa al choque es el regreso de Lillo, ya totalmente recuperado, a la convocatoria, en la que entra junto a Eddy Silvestre y Hajrovic. Ocupan las vacantes de los lesionados Ramis –Pantic regresará al centro de la zaga– y Adrián, y de Mikel Arruabarrena que, por segunda vez este curso, tendrá que seguir el choque desde la grada. A.U.L.