No pudo ser. Sin embargo, la batalla de ayer en el Ibex por la conquista de los 10.500 puntos duró más de dos horas y abre la esperanza a un nuevo intento en la jornada de hoy. Los inversores trataron de alargar el buen momento de la semana pasada, pero no contaron con el apoyo de Wall Street, que se movía en negativo por las pérdidas de Apple antes de presentar sus resultados. La reunión de la Fed, que termina mañana, mantiene asimismo la tensión en los mercados, especialmente por lo que pueda adelantar sobre el giro en la política monetaria y su respuesta a una situación menos pujante de lo previsto. El sector inmobiliario, por ejemplo, no consigue sostener una tendencia ascendente. La venta de casas nuevas cayó el pasado mes un 11,5%, debido a una ralentización de la actividad económica. En Europa, se valoró de forma positiva el índice Ifo de confianza empresarial en Alemania, que pese a descender levemente superó las previsiones. Así las cosas, el frenazo inducido por Wall Street dejó al Ibex en la misma línea de salida. Hoy comenzará con 10.478,30 puntos, solo un 0,02% por encima del cierre del viernes. Fráncfort (+0,06%) también finalizó en verde, mientras que París (-0,54%) y Londres (-0,42%) sufrían retrocesos. En el Ibex, Indra (+4,06%) y Bankia (+2,84%) eran los mejores. El banco se beneficia de los rumores de una próxima oferta de compra. Los peores fueron Sabadell, Mediaset y Arcelor Mittal, con caídas superiores al 2%. Todos los grandes valores, con excepción de BBVA (+0,37%), se anotaron pequeños recortes. En París, Peugeot (-3,64%), el peor, pagó por la caída de venta de vehículos, aunque mejoraba los ingresos. Crédit Agricole (+1,13%) encabezó a los ganadores.