Además del ilusionante premio de poder competir con los primeros espadas el año que viene, Gorka Esteban y Erik Jaka tienen ante sí el apasionante reto de afrontar una final individual su, hasta ahora, principal asignatura pendiente en su trayectoria profesional. En los cinco y tres años que han pasado desde su debut, el de Ezcaray ha disputado la final del Parejas de Promoción en 2011, 2013 –año en el que se caló la txapela– y 2014, mientras que el de Lizartza se ha hecho con los dos últimos títulos junto a Rezusta (2014) y Tolosa (2015), pero ninguno ha podido, hasta ahora, pelear por la txapela en un individual.

En la elección de material de ayer en Logroño, el delantero de Lizartza no escondió que le cuesta mucho adaptarse al acotado. «Lo que más me gusta es el Parejas y, hasta ahora, así lo han reflejado los resultados. Me ha ido mucho mejor jugando a parejas que solo en el frontón, los dos campeonatos individuales anteriores los he hecho horribles, me han ido muy mal, pero este año, por suerte, estoy en la final y tengo esa posibilidad de ganar la txapela».

Preguntado por las razones, el delantero guipuzcoano esgrimió que a la hora de preparar y disputar los partidos siempre puedes apoyarte y hablar con el compañero, mientras que su botillero, Iraitz Olaetxea, entiende que el puntillero de Aspe siempre se ha impuesto excesiva presión y responsabilidad en las luchas individuales.

Cambio de chip

Lo comentado por el técnico de Lizartza no es nada nuevo ni extraño para un Gorka Esteban que hace unos seis meses se vio en la obligación de dar un giro de 180 grados a su trayectoria. Según ha reconocido en los últimos días, desde su eliminación en cuartos de final del Manomanista de Promoción ante su hermano Víctor, se vio en la obligación de dejar de salir a sufrir y tratar de disfrutar en la cancha. Liberado de ese nudo de la autoexigencia, los resultados han llegado para el delantero de Ezcaray, que vuelve a disfrutar cuando ve su nombre anunciado en la cartelera.

Sus rivales no son ajenos a esta evolución tan positiva del delantero riojano. «Ahora mismo Gorka es un pelotari de primera, está en un momento terrible, defiende muchísimo, está con mucha confianza y cuando un pelotari está así es el doble de peligroso. Ha ganado los tres partidos de la liguilla y los ha ganado bien, casi sin despeinarse, pero espero darle más guerra de la que le di en el Atano y por qué no, ganarle», señaló Jaka al ser preguntado por su rival.

La referencia del guipuzcoano es el primer partido de la liguilla, en el que el riojano se impuso 22-16, una referencia a la que Erika Jaka no quiere darle excesiva importancia. «Cambia todo, lo que no cambiamos somos los pelotaris, pero ya ha pasado más de un mes desde que jugamos y creo que en ese tiempo yo he mejorado, él también lo ha hecho, pero es una final y todo está al 50%», apuntó.

En este sentido, tampoco quiso darle demasiada importancia a que el partido se dispute en territorio riojano. «El frontón en sí no favorece a nadie, es el mismo para los dos. Lo que sí puede favorecerle en cierto modo es la cercanía con su casa y toda la gente que vendrá a animarle. Pero yo también voy a traer gente, se ha organizado un autobús desde Lizartza. Pero no me voy a quejar porque hay que tener en cuenta que queda un poco lejos y que el día siguiente es lunes», explicó el guipuzcoano.

La elección, en la que Gorka estuvo asesorado por Pablo Berasaluze, tampoco generó ningún tipo de polémica. «Yo pedía una pelota que anduviese cuando le dé y que cueste un poco jugar con ellas y por parte de él ha escogido una parecida a las que he sacado yo y otra un poco más muerta pero casi todas son parecidas», dijo Gorka.

Nueva lesión de Koteto Ezkurra

Lejos de despejar dudas, los dos partidos del Parejas de ayer en Galarreta apretaron mucho más a clasificación y dejó a todas las parejas, salvo a los ya clasificados Matxin III-Ion, en un pañuelo.

Por desgracia, en el primer partido se lesionó de nuevo Ezkurra de su gemelo que tantos quebraderos de cabeza la está dando en los últimos años. Ezkurra y Endika ganaban 14-12 a Urriza y Agirrezabala en un duelo que estaba siendo espectacular y en el que Ezkurra y Urriza estaban siendo los grandes protagonistas para gozo de los aficionados. Tras el tanto número 12 de los azules Ezkurra se retiró a los vestuarios y se confirmó lo peor, la recaída de la lesión, aunque esta vez parece que la lesión no es tan profunda.

En el segundo partido, los Etxeberria remontaron hasta catorce tantos de desventaja (perdían 18-32) para imponerse por la mínima, 40-39, a Ezkurra II y Barrenetxea IV. GARA