Beñat ZALDUA
ELECCIONES EN CATALUNYA

Catalunya, recta final apretada y «foto finish» a punto para el 20D

La definitiva debacle de un bipartidismo que nunca existió como tal en Catalunya es la única certeza del 20D. Las encuestas dibujan un cuádruple empate en el que tanto ERC, En Comú Podem, Ciudadanos como Democracia i Llibertat (las siglas de Convergència) pueden acabar resultando vencedoras.

La noche de anteayer, mientras unas nueve millones de personas seguían en el Estado español el cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, en Catalunya el prime time televisivo lo acaparaba TV3 con el making off de ‘Merlí’, una serie de ficción de producción propia. El fabuloso dato ilustra quién perderá las elecciones en Catalunya, según coinciden las encuestas: el PP se quedará sin cerca de la mitad de sus 11 diputados, mientras que el PSC, pese a mantener mejor el tipo, parece que perderá al menos cinco de los 14 que tiene. Nadie se acuerda ya de los 25 diputados con los que Carme Chacón garantizó la reelección de Zapatero en 2008. Igual que en Euskal Herria, en Catalunya el bipartidismo nunca existió como sistema, pero en estas elecciones, por primera vez, PP y PSC no sumarán la mayoría de los 47 escaños en juego en Catalunya.

Aclarado quién no va a ganar el 20D, el interrogante que plana sobre la campaña catalana es el inverso. Resulta imposible anticipar quién vencerá. De hecho, algunas encuestas han llegado a pronosticar hasta un quíntuple empate entre ERC, Democràcia i Llibertat (DL, la coalición de Convergència), En Comú Podem (la marca de Podemos e ICV-EUiA), Ciudadanos y el PSC. No parece que vaya a ser así, pero el dato es indicativo de lo apretado que está el asunto.

La agridulce victoria del 27S y el posterior trimestre de la marmota en el que se han convertido las negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP han situado a las dos candidaturas independentistas del 20D en una difícil posición de salida. Teniendo en cuenta el tradicional voto dual, que el independentismo no gane el 20D no debería ser una noticia dramática, pero solo tres meses después del 27S y sin Govern, los casos de hiperventilación en la base independentista se están multiplicando. Eso sí, al menos hasta ahora, ERC y DL han conseguido soterrar su evidente lucha por el voto soberanista y coinciden en señalar la desmovilización del soberanismo como principal enemigo.

Aunque la derrota en el cómputo global parece asegurada, el resultado para el independentismo se podría maquillar con una victoria de ERC, posible aunque difícil. El candidato, Gabriel Rufián, ayuda. Y la (aparentemente) posición neutral que Esquerra mantiene en las negociaciones entre JxSí y la CUP, le beneficia. Desde esa posición, tratará de atraer a los más de 300.000 votos de la CUP el 27S, aprovechando las declaraciones del exdiputado David Fernández, que aseguró estar pensando si votaba a los republicanos.

Un terreno en el que compiten con En Comú Podem, que a su vez utiliza las declaraciones del también exdiputado Quim Arrufat, que dijo que, en caso de votar, lo haría por la coalición entre Podemos e ICV-EUiA (es en este sentido en el que las declaraciones de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en defensa de la capitalidad de Madrid suponen un importante patinazo). Aunque el batacazo del 27S rebajó mucho sus expectativas, la implicación de Colau, la mediocridad de la mayoría de las candidaturas y la defensa, esta vez firme, del referéndum han situado a En Comú Podem con opciones incluso de ganar las elecciones. Eso sí, parece que el objetivo es más el votante de la CUP que aquel que en las municipales votó por Colau y el 27S por Ciudadanos. Eso explica que, pese al auge de En Comú Podem, el partido de Albert Rivera siga aspirando a repetir los números de hace tres meses. Qué pase en barrios populares de Barcelona como Nou Barris, donde en mayo ganaron los morados y en setiembre los naranjas, será clave en esta lucha entre la llamada nueva política.

En Comú Podem se ha beneficiado, además, de la evaporación del conflicto catalán en la campaña. Las conversaciones, dicen los que parece que saben, van bien y el 27 de diciembre los militantes de la CUP tendrán una propuesta de acuerdo para votar. Eso sí, no parece que antes del 20D vaya a haber novedades. De hecho, ni a DL le interesan ahora. Consciente de que no rascará bola entre los diputados de la CUP, su candidato, Francesc Homs, está más centrado en contentar a su electorado más conservador y placar así a Unió, a punto de perder su último tren hacia la supervivencia.

Resumiendo, preparen la foto finish. Porque a día de hoy, lo mismo ganan las elecciones del domingo ERC y DL que En Comú Podem y Ciudadanos.