Arnaitz GORRITI
Laboral Kutxa Baskonia

La liebre sufre, pero descuelga a la tortuga sevillana

Hasta la escapada a partir del tercer cuarto, los dePerasovic jugaron a tirones, con Bourousis y Hangaliderando al equipo. El acierto en el tiro de Blazic terminó por tumbar a un Sevilla que se vino abajo.

LABORAL K. BASKONIA 89

BALONCESTO SEVILLA 73


Como si de la fábula de la liebre y la tortuga se tratara, Laboral Kutxa Baskonia jugó a un ritmo sincopado ante un Baloncesto Sevilla más lento –sobre todo por la baja de Bamforth–, pero más insistente. Los de Perasovic tuvieron varias lagunas en su juego, pero al menos se guardaron muy mucho de dar falsas esperanzas a los hispalenses.

La seriedad de jugadores como Bourousis y los aleros Blazic y Hanga servía para que Laboral Kutxa Baskonia llevara la iniciativa, pero no fue sino hasta la parte final del tercer cuarto cuando los de Perasovic rompían definitivamente la goma con la que la escuadra andaluza se pegaba al partido.

«Pese a ganar, las sensaciones para el entrenador no son buenas», reconocía Velimir Perasovic después del partido. «Hemos tenido tres oportunidades para romper el partido, pero ahora el equipo, aunque quiere, sufre unas desconexiones que antes no tenía», se quejaba. «Hemos trabajado en corregir errores, por ejemplo, en el balance defensivo, pero se han vuelto a repetir, y aunque corregiremos, eso me cabrea», terminaba.

Afortunadamente para las huestes baskonistas, a diferencia de lo ocurrido hace unas semanas ante Iberostar Tenerife, ni el Baloncesto Sevilla tuvo un día tan inspirado en el tiro, y tampoco fue capaz de tomar la delantera, y además se vino abajo en cuanto los de Perasovic abrieron una renta superior a la decena. Quizá por eso, Luis Casimiro decidió tirar la toalla en los diez últimos minutos, dando descanso a un Nachbar que durante muchos minutos fue la mayor pesadilla baskonista.

Mike James, más pausado

Hasta el empate a 51, el partido seguía un preocupante tira y afloja con incierto resultado. Solo en la parte final del tercer cuarto, con un parcial de 13-2, rompían los de Perasovic la resistencia hispalense.

Bourousis y Hanga dieron las primeras ventajas al conjunto baskonista, pero la seriedad de Mike James y el acierto de Jaka Blazic en el lanzamiento triple resultaron esenciales en el despegue. El esloveno debe conseguir adquirir regularidad en el tiro exterior, porque cuando coge una buena racha acaba por ser diferencial. En el caso de Mike James, muy atolondrado en los últimos encuentros, anoche mostró una cara mucho más pausada, compartiendo mejor el balón, y aflorando las carencias al joven Miljenovic, único base puro que tiene ahora mismo Baloncesto Sevilla debido a la ausencia por lesión del serbio Nikola Radicevic.

En el cuarto período, Perasovic sentó a Bourousis, después de que ejerciera de martillo pilón sobre la defensa sevillana, para dar unos pocos minutos a Ilimane Diop. Esta vez la liebre ganó, que no es poco.