Fíjense en la foto. Son Vlade Divac y Kobe Bryant, en los instantes previos al partido entre Sacramento Kings y Los Angeles Lakers, disputado en el Sleep Train Arena de la capital californiana. Un abrazo entre aplausos suponía el último cruce de las vidas de estos dos hombres que se cruzaron nada más llegar Kobe a la NBA, igual que más tarde, en aquellos cruces de los Lakers del threepeat y los Kings de Divac, Adelman y Webber.

Podría decirse que, por norma, ganó Kobe Bryant. Ante los Sacramento Kings anotó 28 tantos, llegando a la friolera de los 33.000, quedándose solo por detrás de otros dos mitos con pasado en los Lakers: Kareem Abdul-Jabbar (38.387) y Karl Malone (36.928). Eso sí, los de Divac, ahora mismo manager general de los Kings, se llevaron el gato al agua, tras batir por 118-115 a los angelinos, con 29 tantos de DeMarcus Cousins.

«Por un dinar de oro»

Si quieren leer a quien de verdad sabe de esto, lean al periodista –y alguna vez, escritor– de Barakaldo Gonzalo Vázquez. Si no lo han hecho, lean su libro «101 historias de la NBA. Relatos de gloria y tragedia», que en 2013 publicaba Ediciones JC. Si no, lean su entrada en el blog de la ACB llamado «El punto G», del 28 de octubre de 2010, titulado «Por un dinar de oro» –blogs.acb.com/blog/elpuntog/post/por-un-dinar-de-oro–, en el que se resume la vida de Kobe Bryant desde su niñez en Italia hasta el final de su primera temporada en la NBA.

La NBA, para Kobe Bryant, significa Los Angeles Lakers, ya que toda su carrera, desde aquella temporada 1996/97, ha sido de amarillo y púrpura. Y Vlade Divac, tangencialmente, tuvo mucho que ver en ella.

La noche del draft de 1996 confluyeron un sinfín de factores. Como siempre, directivos de franquicias y agentes se arremolinaban junto a los jugadores y, tras las elecciones de la primera ronda, se sucedían los traspasos y los rumores de traspasos. Kobe Bryant, que a sus tiernos 18 años aún sin cumplir había decidido dar el salto a la NBA tras brillar en el instituto Lower Merion, fue drafteado inesperadamente en el puesto número 13 por los Charlotte Hornets, para revuelo de presentes y ausentes.

¿Por qué? El que fuera a la sazón general manager de los Hornets, Bob Bass, fue uno de los pocos directivos de toda la NBA que no hizo caso a Kobe Bryant cuando este decidió dar el salto a los pross. «Odiaría tener que elegir a un jugador de instituto porque tienes que esperar demasiado tiempo a que se desarrolle. Además, Kevin Garnett es una excepción», dijo, según recuerda Gonzalo Vázquez.

Jerry West, en cambio, veía el futuro de Kobe Bryant dibujado en tonos dorados. El exjugador, exitoso manager general, debía esperar hasta la posición 24 de aquel draft para hacerse con Kobe; mal negocio para sus intereses. Asimismo, la gerencia de los Lakers sopesaba seriamente fichar al entonces agente libre Shaquille O’Neal, después de su traumática salida de los Orlando Magic, pero la contratación del pívot supondría superar el tope salarial de no soltar lastre.

Así las cosas, después de ver que los Hornets precisaban un pívot para suplir la marcha de Alonzo Mourning a los Miami Heat, Jerry West ideó junto a Bob Bass una complicada carambola, turbulenta y que sentó mal en muchas partes. Empezando por el propio Divac, que a la sazón se hallaba en Alemania preparando los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, por no hablar de los críticos que no digirieron la llegada de un «niño» de 18 años a una de las franquicias más lustrosas de la NBA.

Pero Jerry West se salió con la suya, y tanto Kobe como O’Neal acabaron de amarillo, para tormento de un Divac que no disfrutó de los anillos de 2000, 2001 y 2002 con los mejores Kings. Sin embargo, con tantos episodios a la espalda, no rehuyó un último abrazo con una «mamba» que no deja de recibir aplausos allá por donde va.

Votos para el All Star

Es evidente que Kobe Bryant disputará el Partido de las Estrellas, el próximo 14 de febrero en Toronto. Las votaciones de la afición hablan bien a las claras: el escolta angelino suma más de 1.262.000 votos, muy por delante de Stephen Curry, que todavía no llega al millón y ocupa la segunda plaza. Sería el decimoctavo All Star para Kobe Bryant.

Los quintetos titulares se deciden por votación, una votación que se prolonga hasta el próximo día 18, mientras que serán los entrenadores designados quienes decidan qué otros jugadores completarán los equipos del Este y el Oeste.