Arantxa MANTEROLA
BAIONA

Hollande presenta un nuevo plan de urgencia contra el paro que no convence

«Después de la seguridad la única cuestión trascendente es el empleo», manifestó ayer Fran çois Hollande al presentar el nuevo plan de urgencia contra el paro a los agentes económicos y empresariales del Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE).

Además de la evidente importancia social de la falta de empleo, el tema incumbe directamente al propio presidente, ya que este condicionó su eventual candidatura a renovar la jefatura del Estado a un «descenso creíble» del paro. Sin embargo, sus sucesivos planes desde que accedió al Elíseo en 2012 no han conseguido invertir la curva que, con 650.000 parados más durante su mandato, ha seguido ascendiendo hasta alcanzar la cota del 10%.

El nuevo plan en el que invertirá 2.000 millones de euros se basa en tres ejes: formación, aprendizaje y ayudas a la creación de empleo a las pymes.

Más formación

Con 500.000 euros suplementarios en 2016, doblará la cantidad dedicada a la formación el pasado año 2015 sobre todo en los sectores con «futuro»: los servicios a las personas, la construcción o las nuevas tecno logías digitales. Asimismo, aumentarán los contratos de pro fesionalización, que pasarían de los 8.000 actuales a los 50.000. En ese esfuerzo contará con la colaboración de otros agentes sociales e instituciones como los Consejos regionales.

El otro apartado de peso del plan es el de las primas a la creación de empleo, en particular para las pequeñas y medianas empresas. Así, estarán exentas de sus cotizaciones sociales aquellas de menos de 250 trababajadores que realicen contratos indefinidos o temporales de más de seis meses con salarios de un índice entre 1 y 1,3 del salario mínimo. Este dispositivo estará vigente dos años y es compatible con otras ayudas ya en vigor como la prima por el primer empleo o por contratos de aprendizaje de menores.

Otra de las medidas es la de incorporar reformas en el Có digo del Trabajo respecto a la flexibilidad en el tiempo de la jornada laboral aunque respe tando las 35 horas semanales fijadas por la ley.

El plan ha sido recibido con bastante excepticismo. Las primeras reacciones de economistas no le otorgan demasiada eficacia, sobre todo porque no habrá el necesario crecimiento. La patronal se ha mostrado más bien satisfecha y los sindicatos están divididos. FO y CGT lo han criticado y CFDT ve claroscuros.