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Zilegi txipia, a vueltas con el Oindi

Dos son los acontecimientos históricos que marcaron el devenir de Zilegi txipia: la independencia de Urnieta en 1615, y el reparto de los zilegis, (montes francos del Urumea), entre Donostia, Hernani y Urnieta, en 1671. Goces antiguos y aprovechamientos posteriores, parecen estar detrás de una gran cantidad de pleitos que finalizan cuando se decide implementar criterios e inventarios forestales, que “culminan” el 21 de marzo de 1671, en el que se decide que de 9 porciones, 4 sean para Donostia, 3 para Hernani y 2 para Urnieta, aunque con matices.

Pero la cosa nostra no quedó ahí, ya que Hernani aseguró haberse confundido “suegurras” (aprovechamiento de leña y madera) y “montes francos o zilegis” alegando que Zilegi txipia, fue el “nuevo ynbento” de Urnieta. Finalmente (y en Valladolid) se sentenció, que los “suegurras” son montes francos, intentando Hernani una última alegación que no prosperó, ya que con carta ejecutoria de 24 de marzo de 1679, se asignó cada una de las partes, en uno de los contenciosos más largos, duros y costosos que conoció Gipuzkoa por el uso y aprovechamiento de sus montes comunales.

De Abillats partimos y por carretera a Goizueta unos metros seguimos, hasta que en el primer puente pasamos a la otra margen del Urumea y paralelos al río en sentido aguas arriba, obviamos una pista de tierra junto a erreka, si bien por ahí luego descenderemos. Continuando de frente, dejaremos a dcha una fuente, una pista de doble acceso y toparemos con una señal que dice que el acceso finaliza a 300m, aviso que obviaremos hasta llegar junto a Bezkita baserria y que, por decisión antigua, pertenece hoy a Urnieta.

Unos metros antes, tomaremos una pista de tierra a dcha. en ascenso, que deja a un lado Altzustako borda, hito histórico en el reparto, tras la cual continuamos manteniendo el vector director principal con firme más cómodo para nuestras botas, hasta que al cabo de pocos minutos, un inesperado doble giro a dcha. y a izda. nos lleva a una pista principal, donde se nos abren 2 posibilidades.

La primera es tomar por la izda. sin desviarse de la traza principal, lo cual significa poder tomar instantáneas más bellas, con Aballari como telón de fondo, mirar si existen las lamias, puntualmente abrirse paso entre la maleza (Urnieta ahora no da síntomas de mucho interés por la zona) y visitar una extensa y curiosa plantación de alcornoques, en un trayecto de algo más de media hora con subida pronunciada en su último segmento.

La segunda es tomar por la dcha. y esperar a que aparezca un giro brusco a izda. en bifurcación, que nos permita ladear la montaña por cotas superiores a la primera, y que recibe por la izda. a la primera de las opciones y a los pocos metros pasa entre la doble construcción de un caserío derruido con marcada vocación forestal hasta llegar a otra pista principal que por su derecha se intuye, que proviene del collado entre Oindi y Aballarri, a donde nos dirigimos y más en concreto a su parte despejada.

A la izda vemos Aballari, donde una serie de peñas dibujan un curioso perfil, y esconde un curioso significado "piedra de honda" donde la mitología dice que la peña fue lanzada a honda por Sansón desde el monte Buruntza, pretendiendo matar con ella a la gente que bailaba en la plaza de Arano, y que en el momento de lanzarla resbaló en una boñiga de vaca y por eso no llegó la piedra más que hasta la mitad del camino. Una vez más la geología es la aguafiestas y encargada de recordar las visibles diferencias entre la caliza de Buruntza y las areniscas rojas y los conglomerados de Aballarri.

A dcha, una ascensión despejada conduce a Bisasabeko lepoa (1h 20´) con monumento megalítico adjunto, y punto de apoyo para ascender pronunciadamente la doble cima de Oindi y vigía del Urumea (1h 50´).

Junto a la cima parte un sendero de dirección perpendicular a la ascensión, que desciende hasta encontrar una pista estrecha, la cual desemboca en otra de rango superior que se acerca a las inmediaciones de Bisasabeko lepoa al cual nos acercamos (2h 30´) y seguimos de frente, con marcas txuriurdin, valla y primeros árboles con vistas al fondo al litoral Igeldo-Donostia-Ulia, el mar y el cielo.

Será en 2 ocasiones cuando veamos a derecha 2 tentaciones, con marcas de por ahí no, siendo a la tercera la vencida, donde las txuri-urdin son nuestra hoja de ruta, con entrada de nuevo a Hernani, con bellos micropaisajes a derecha y macropaisajes horrendos y lineales originados por el absurdo “trenesito”. Una plantación de manzanos es la antesala a una pista que por su derecha desemboca en la vaguada y en diversas construcciones donde se nos recuerda que hacemos en este tramo la Oindiri bira.

Dirigiendo la mira y la andada hacia el pinar del fondo y por asfalto, nada más dejar a dcha. 1 opción y a izda. 2 opciones, y cuando el descenso no ha hecho más que empezar giramos a derecha, dejando las señales txuriurdin en un pino a izda, el camino transita por diversos arbolados siendo el segundo un descanso a la vista ante la monotonía, que finaliza con una bella panorámica del valle de Hernanibaso entre el cordal de Akola-Igorin a la izda y la alineación Urdaburu-Agina.

Pequeñas canteras ya naturalizadas, y pequeños nacederos de Erramuerreka, Tantatxuri o Munttegietaerreka, amenizan el tránsito por el N de Oindi, sin desviaciones tendenciosas y con subidas, hasta las inmediaciones de Saratsain en curva con valla.

Es aquí cuando vemos de nuevo la cima de Oindi, donde tomamos la fuga, y sobrepasando la valla semiderruida a izda, obviando las señales de que por ahí no, continuamos sin desvíos a izda y de frente en 2 ocasiones, e iniciar un descenso decidido que alcanza la erreka y giro a izda, para pasar bajo grandes, verdes y oscuros falsos cipreses de Lawson, y conectar con el punto señalado al principio (4h).