M.I.
PESADILLAS

Iniciación al terror para público infantil

Los libros de R.L. Stine sirvieron en los años 90, así como en las décadas poteriores, para que toda una generación de niños y niñas se iniciara en el género de terror. Por algo es considerado como el Stephen King de la literatura infantil, y de ahí que esta película haya querido rendirle el homenaje que se merece. En lugar de decantarse por la adaptación de alguno de sus relatos, lo que se ha hecho en las sucesivas escrituras y reescrituras del guion es inventar una historia nueva que contuviera la mayoría de monstruos creados por el autor.

R.L. Stine, junto con sus criaturas, es la estrella de la función con el rostro prestado para la ficción de Jack Black. Quien se reencuentra así de nuevo con el éxito masivo, volviendo a dejarse dirigir como en “Los viajes de Gulliver” (2010) por Rob Letterman. No cabe duda de que ambos dominan la fórmula de la comedia fantástica, inspirándose esta vez para imprimir a la acción mayor sentido de la aventura en clásicos ochenteros como “Gremlins” (1984). Dado el presupuesto de 58 millones de dólares, los efectos especiales no se pueden comparar con los de “El despertar de la fuerza”, pero son muy divertidos.