Julian Assange recibió ayer el apoyo de un comité de la ONU que consideró ilegal su detención, mientras sigue recluido desde hace tres años en la Embajada de Ecuador en Londres. Suecia confirmó que un grupo de trabajo de la ONU sobre la detención arbitraria de Assange había dado una opinión favorable al fundador de WikiLeaks. El contenido de esta decisión se hará público hoy en Ginebra.

«Si la ONU anuncia mañana que he perdido mi caso contra Reino Unido y Suecia, saldría de la Embajada para ser arrestado por la Policía británica», había advertido previamente Assange.

«Sin embargo, si lo gano y se reconoce que las partes estatales actuaron ilegalmente, espero la restitución inmediata de mi pasaporte y el fin de todo nuevo intento de detenerme», añadió.

Pero no está tan claro si podrá aprovechar este apoyo de la ONU. La Fiscalía sueca y las autoridades británicas dejaron claro que, para ellos, la decisión no cambia en absoluto la situación de Assange.

«No tiene ninguna incidencia formal en la investigación preliminar en curso según la ley sueca», indicó la Fiscalía de este país, que investiga acusaciones de violación presentadas en 2010.

El Gobierno sueco, que no está jurídicamente implicado en el caso, se limitó a «constatar que el grupo de trabajo ha llegado a una conclusión distinta que las autoridades judiciales suecas».

Londres no ve cambios

El Gobierno británico, por su parte, aseguró que debido a la orden de arresto, está «legalmente obligado a extraditar a Assange». «Nunca ha sido detenido arbitrariamente por Reino Unido, evitó una detención legal de forma deliberada eligiendo permanecer en la Embajada de Ecuador», indicó un portavoz.

Assange no ha salido de allí desde junio de 2012 y en su contra se emitió una orden de arresto europea.

A juicio del abogado del fundador de WikiLeaks, el belga Christophe Marchand, después de esta resolución, tanto Londres como Estocolmo deben «respetar la decisión del grupo de trabajo basada en los derechos civiles y políticos» y «tener el coraje de liberar a Assange».

WikiLeaks ha anunciado una rueda de prensa para hoy a mediodía en Londres.

Assange, que niega la violación, rechaza entrar en Suecia por temor a ser extraditado a Estados Unidos, donde se le podría perseguir por la publicación a través de WikiLeaks, en 2010, de 500.000 documentos clasificados como secretos de defensa, sobre Irak y Afganistán, así como 250.000 comunicaciones diplomáticas.

La principal fuente de estos documentos, el soldado estadounidense Bradley Manning (ahora Chelsea), fue condenado a 35 años de prisión por espionaje. WikiLeaks fue fundado en 2006 con el objetivo de denunciar los actos delictivos de gobiernos e instituciones publicando documentos confidenciales y análisis a escala mundial.

Fue este grupo el que denunció a Suecia y Gran Bretaña ante el grupo de trabajo de la ONU. «La única protección de la que se beneficia es permanecer en el interior de la Embajada. La única forma de acceder al derecho de asilo es estar detenido», señala la demanda.

Assange vive en una habitación de la Embajada, situada en el barrio de Kinghtsbridge, que hace a la vez de oficina de trabajo, y que el mismo compara con una estación espacial.

La Policía londinense suspendió en octubre la vigilancia física de la Legación, cuyo coste había levantado críticas.

Los simpatizantes de Assange han creado un portal que detalla minuto a minuto el número de días de su detención (1.885) y su coste estimado para los contribuyentes británicos (13 millones de libras, unos 17 millones de euros).

Ecuador insiste en que mantendrá la protección sea cual sea la decisión de Naciones Unidas

El ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, aclaró ayer que su Gobierno mantendrá la protección al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, con independencia de lo que decida Naciones Unidas sobre su caso. «Nosotros le hemos dado la protección y, por supuesto, se mantiene esa protección (porque) se mantienen los fundamentos por los cuales le dimos asilo», explicó el canciller ecuatoriano. Patiño desvinculó de esta forma la postura de Ecuador de lo que decida la ONU. «Por alguna razón él está señalando que, si no le dan la razón, se entregaría. Seguramente pensará que sí le van a dar la razón», añadió tras la confirmación de que el grupo de trabajo de la ONU encargado de analizar la denuncia por detención ilegal ha fallado a su favor. «Sabemos que el grupo de trabajo de Naciones Unidas que trata los temas de detenciones arbitrarias ha tenido más de un año para analizar el caso. Entendemos que ya se ha pronunciado (...) y conozco especulaciones sobre el posible resultado, pero no es nada oficial y no puedo pronunciarme», añadió Patiño.

Ecuador y Suecia iniciaron en junio una negociación después de que Estocolmo rechazara firmar un acuerdo centrado solo en el caso Assange y que reconociese la condición de refugiado político que le concedió el país sudamericano en 2012, opción que defendía Quito. Ambos países firmaron el 11 de diciembre un acuerdo de asistencia legal para poder realizar el interrogatorio que pide la Fiscalía sueca, y que está pendiente de concretarse.GARA