El Centro Nadim para las víctimas de la violencia y la tortura continuará con la emisión de informes mensuales sobre la violación de derechos humanos y casos de tortura en Egipto pese a la reciente orden de cierre por parte de las autoridades, según informó ayer a Efe la investigadora de la ONG, Dai Rahmi.

Sin embargo, si finalmente es clausurado el centro, se verá obligado a suspender las actividades de rehabilitación de las víctimas de tortura que llevaban a cabo antes de la orden de cierre recibida el pasado miércoles y cuyo plazo concluía ayer. Pese a ello, «el centro sigue abierto, todos los trabajadores están presentes, aunque no están trabajando», dijo Rahmi.

El pasado miércoles, la ONG informó de que las autoridades le entregaron una orden de clausura por supuestas irregularidades y le anunciaron que tenía de plazo hasta ayer para solucionar los «fallos» administrativos, ya que no fueron notificados con anterioridad.

Sin embargo, según la investigadora, el Ministerio de Sanidad informó al centro de que no ha cometido ninguna infracción en la clínica y de que la medida «fue tomada por el Consejo de Ministros». «Es una decisión adoptada para hostigar a los que trabajamos en la defensa de los derechos humanos y de las libertades», denunció Rahmi.

Organizaciones como Amnistía Internacional criticaron la decisión de las autoridades egipcias.

El pasado enero, la ONG publicó un informe en el que denunció la muerte de 474 personas en 2015 supuestamente a manos de las fuerzas de seguridad, lo que indica, según el centro, que no son «casos aislados», como defienden el Gobierno y la Presidencia egipcios.