El Gobierno español debería pedir perdón y resarcir a las víctimas del 3 de Marzo, «eso es lo mínimo». Así lo cree Lluís Llach, quien ayer advirtió a Madrid de que, «cuando no se condena, se asumen responsabilidades de aquel Estado –en alusión a la dictadura franquista y al régimen vigente durante la transición–, y eso es gravísimo».

El cantautor catalán, que hace 40 años compuso el réquiem “Campanades a Morts” para denunciar la muerte de cinco trabajadores en Gasteiz, recordó la rabia que sintió mientras compuso la canción, una impotencia que «se engrandecía al ver que nadie decía nada». «Entonces no imaginaba que este olvido duraría 40 años. Es algo que un país democrático, cuando es verdaderamente democrático, no se puede permitir», añadió.

Llach compareció ante los medios de comunicación en el Ayuntamiento de Gasteiz, donde recibió un sentido homenaje por parte de la corporación municipal –asistieron todos los concejales salvo los del PP–. El recibimiento fue fruto de una iniciativa ciudadana, que el mes pasado reclamó la celebración de un acto para reconocer la labor del músico.

El alcalde, Gorka Urtaran, aceptó la petición y propuso nombrar hijo adoptivo a Llach. Una idea que se topó con el cambio de opinión del PSE, que, tras posicionarse a favor en la Junta de Portavoces, anunció que votaría en contra en el Pleno. El portavoz de esta formación, Peio López de Munain, se escudó en la militancia política del cantautor, diputado de Junts pel Sí en el Parlament, para tratar de justificar su rechazo.

Ante la negativa del PSE, el Gobierno local optó por organizar una recepción, que finalizó con la entrega de una placa. Al acto asistieron los impulsores de la iniciativa ciudadana, entre los que figuran Joseba Azkarraga y Amparo Lasheras, y víctimas del 3 de Marzo. También estuvieron presentes algunos de los ponentes de las jornadas memorialistas organizadas por Martxoak 3 en el Artium, donde ayer habló John Wray, un hombre que perdió a un hermano en el Domingo Sangriento irlandés.

«Hay que cambiar la historia»

Wray recordó lo ocurrido en 1972 en Derry, donde el Ejército británico mató a catorce personas, y mostró su solidaridad con las víctimas de Gasteiz, a las que animó a seguir reclamando justicia. «Hay que ser perseverantes, hay que luchar contra la versión oficial y cambiar la historia», señaló tras insistir en la necesidad de mantener la presión sobre el Estado para que «reconozca lo que hizo y pida perdón». El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es uno de los agentes que mantiene esa «presión» sobre el Gobierno español, al que ha instado a derogar o modificar la Ley de Amnistía para poder investigar y juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el franquismo y la transición.

En una carta leída por el presidente de Argituz, Andrés Krakenberger, ante los presentes en la pinacoteca gasteiztarra, el presidente del citado comité, Fabián Omar Salvioli, afirma que Madrid debe «impulsar activamente las investigaciones respecto de todas las violaciones a los derechos humanos del pasado, velando porque en estas investigaciones se identifique a los responsables, se les enjuicie, se les impongan las sanciones apropiadas, proporcionales a la gravedad de los crímenes, y se repare a las víctimas».

Una idea compartida por los asistentes a las jornadas, que finalizaron con la presentación del “Manifiesto de Vitoria-Gasteiz contra la impunidad”. Este reclama un «compromiso activo para eliminar cualquier impedimento político o legal que favorezca la impunidad ante cualquier agresión a los derechos humanos de personas y colectivos»; y reivindica «el pleno reconocimiento político-jurídico de todas las víctimas del franquismo, dándoles idéntico trato y reconociéndoles los mismos derechos de los que disfrutan otros colectivos de víctimas de violencia y de agresiones a los derechos humanos».

Además, el documento reclama «el cumplimiento integro de la legislación internacional aplicable al tratamiento de los crímenes de lesa humanidad, de las decisiones marco europeas para la prevención de los delitos de odio y xenofobia, y de los acuerdos internaciones al respecto suscritos por el Reino de España». También pide la aplicación de las recomendaciones del relator de la ONU Pablo de Greiff para lograr verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición; y solicita la implicación de las autoridades internacionales para propiciar un cambio y una «europeización de las políticas de memoria histórica».

Ataques contra los monolitos

Los monolitos erigidos en Gasteiz y Dulantzi en recuerdo de las víctimas del 3 de Marzo aparecieron ayer pintados con los colores de la bandera española y con una pegatina de Falange. El portavoz de Martxoak 3, Andoni Txasko, denunció estos ataques, que, según explicó, son «una expresión de fascismo e intolerancia. Un atentado, no solo a las memoria de los fallecidos, sino a la lucha desarrollada por ellos y por sus compañeros en favor de la libertad y de los derechos laborales».

Asimismo, el diputado general de Araba, Ramiro González, condenó de manera «rotunda» lo ocurrido, y mostró su solidaridad con las víctimas. «Ya es hora de que haya un reconocimiento efectivo, un esclarecimiento de los hechos y una depuración de responsabilidades», manifestó.

En la misma línea, el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, condenó lo ocurrido y reclamó respeto para todas las víctimas. «Todas necesitan conocer la verdad, que se haga justicia y se depuren responsabilidades», señaló el primer edil, que insistió en que los ataques a los monolitos son «una falta de respeto para las víctimas, para sus familias, y para todos los vitorianos». Los grupos municipales del Consistorio gasteiztarra también mostraron su «profundo rechazo» a lo ocurrido.

Por su parte, el sindicato LAB manifestó que este tipo de ataques son «inaceptables». «Parece que los sucesores de quienes hace 40 años mataron a tiros a trabajadores les estorba la memoria, la verdad, la justicia, y la reparación. Quieren que estemos de manos atadas, ciegas, mudas y sordas, pero no lo conseguirán. Estos ataques no son más que el acicate para fortalecer nuestra lucha diaria», subrayó la central, que apostó por «reforzar el trabajo por la libertad y la defensa de los derechos». «El 3 de marzo tendremos una gran oportunidad para ello», afirmó.

En este sentido, conviene recordar que la manifestación convocada por ELA, LAB, ESK y Steilas partirá mañana a las 19.00 desde la Virgen Blanca y finalizará en la plaza del 3 de Marzo, junto a uno de los monolitos atacados.I.S.