BAN VIAJA POR PRIMERA VEZ A LOS CAMPAMENTOS SAHARAUIS
EN UN VIAJE RELÁMPAGO DE POCO MÁS DE CUARTO HORAS EL SECRETARIO GENERAL DE LA ONU REAFIRMA SU VOLUNTAD DE TERMINAR CON EL CONFLICTO SAHARAUI A ESCASOS MESES DEL FINAL DE SU MANDATO. MILES DE SAHARAUIS LE RECIBIERON PARA PEDIRLE QUE PRESIONE A MARRUECOS PARA PONER FIN A UN CONFLICTO QUE DURA CUATRO DÉCADAS.

A las 10.30 del sábado y en un avión de las Fuerzas Aéreas Españolas el secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki Moon, aterrizó en el aeropuerto de Tinduf. Recibido por Mohamed Hadad, jefe de la diplomacia saharaui, montó tras un breve y cordial saludo en un helicóptero de la Misión de la ONU para el Sahara Occidental, Minurso. Se dirigió al campamento de refugiados Smara para hacer una breve visita a una escuela y conocer de cerca la situación de los saharauis exiliados desde hace 40 años.
Una muchedumbre se agolpó alrededor del coche y los miembros de seguridad tanto de la ONU como del Frente Polisario se vieron desbordados y obligó a suspender la visita al citado campamento. El convoy de más de 20 coches oficiales se dirigió entonces a Rabouni, capital administrativa de los campamentos de refugiados saharauis, a donde llegó a las 12.45 para reunirse, durante poco más de media hora, con miembros del comité del Frente Polisario y con su presidente, Mohamed Abdelaziz. Una representación de jovenes saharauis pudo hablar brevemente con el.
En una rueda de prensa sin apenas presencia de medios occidentales pero si de muchos árabes y africanos, Ban reafirmó su voluntad de celebrar un referéndum en el menor tiempo posible y de que un exilio de 40 años termine pronto. «Los motivos de mi viaje a la zona son tres. El más importante es ver el estado en que se encuentra el pueblo saharaui después de tantos años en el exilio en la conocida tierra de la hamada argelina. La segunda es conocer de cerca las misiones de la ONU tanto en tierras argelinas como en el Sahara Occidental para que el alto el fuego siga en pie. La tercera es saber el estado de la seguridad en una zona tan sensible al narcotráfico y al yihadismo como es este, y el esfuerzo que hacen las fuerzas locales para combatirlo» afirmó.
Sin visita a zonas ocupadas
Pero si por algo se diferencia esta visita de las hechas por los anteriores secretarios generales, es que Ban Ki Moon no pisará territorio ocupado por Marruecos. El reino alauí, mediante subterfugios diplomáticos ha impedido su entrada. De momento, no hay fecha para ese viaje ni se sabe si se realizará, tal y como piden saharauis de uno y otro lado del muro que divide el Sahara Occidental.
Lo poco que ha trascendido de la reunión formal mantenida con la ejecutiva del Polisario ha sido lo misma que en anteriores encuentros de este tipo. «La determinación de la ONU para la realización del referéndum en el Sahara Occidental es firme», insistió Ban, que no quiso responder a los medios y solo realizó declaraciones para la televisión saharaui. Quien sí respondió fue Mohamed Hadad, jefe de la diplomacia saharaui, pero sus palabras fueron un calco de las realizadas durante la visita de Kofi Annan, según la prensa argelina.
Una decena de saharauis protestó por esta visita. Mohamed Hama, de 28 años, afirmó que «ha venido tarde. Cuando ya no tiene nada que hacer y va a terminar su mandato viene a darnos una palmadita en la espalda para que no volvamos a la guerra y nos sigamos pudriendo aquí. Es costumbre de los secretarios generales de la ONU no hacer ni caso a los saharauis y venir cuando ya no tienen nada que hacer. Nuestro problema se lo pasan unos a otros sin que nadie quiera resolverlo y hacerle frente a Marruecos».
Tras esta visita relámpago a los campamentos, Ban se dirigió a Bir Lehlu, en territorio liberado por el Polisario. Allí la Minurso mantiene una base operativa para la verificación del alto el fuego. Estas misiones han sido duramente criticadas en los últimos meses, ya que los propios soldados del Polisario han tenido que vigilar para evitar ataques yihadistas. Fuentes locales afirmaron que «el helicóptero de la ONU aterrizó a pocos metros de la base, y en menos de 45 minutos Ban había terminado su inspección. De allí al aeropuerto de Tinduf, de donde despegó poco antes de las 19:30.
Hadad, en declaraciones a GARA, se mostró contento y afirmó que «Marruecos está ahora obligado a mover ficha». Ningún alto cargo quiso responder a por qué ha tardado tanto el máximo dirigente de la ONU en visitar los campamentos.

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