El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan De Mistura, anticipó ayer un inicio «escalonado» de la nueva fase de las conversaciones de paz para Siria, que con toda probabilidad comenzarán tras una ronda de contactos indirectos por la reticencia de las partes a negociar. La fecha de inicio de estas negociaciones, las segundas este año, fue aplazada del 7 al 9 de marzo por motivos logísticos, pero probablemente empezarán el 10, dijo De Mistura al periódico panárabe “Al-Hayat”.

De Mistura ya intentó en enero comenzar con el diálogo, pero fracasó antes de iniciarse. La nueva ronda será con un formato indirecto, no cara a cara.

Mientras, el alto el fuego decretado hace siete en algunas zonas de Siria se mantiene a pesar de las denuncias mutuas de violación y sigue la distribución de ayuda humanitaria, uno de los objetivos del armisticio.

Ayer, las autoridades militares rusas en el país árabe informaron de que treinta grupos armados de la oposición se han sumado ya al alto el fuego. Sólo en las últimas 24 horas, ocho grupos de la «oposición moderada» se acogieron a la tregua, según el comunicado del Centro para la Pacificación en Siria desplegado por los rusos en la base aérea de Jmeimim, donde se emplaza la aviación rusa que participa en la operación militar contra los grupos yihadistas. Continúan las negociaciones con otros seis grupos de los rebeldes que tienen sus posiciones en las provincias Damasco, Homs y Daraa.