Antonio ÁLVAREZ-SOLÍS
Periodista

Otra forma de política

Los movimientos que acontecen en Podemos nos llevan hacia un nuevo horizonte de hacer política. Podemos trata, al parecer, de recuperar flexibilidad democrática mediante un debate interno que conlleve una mayor conexión con la calle, en donde radica la soberanía. Esta conexión directa y constante madura la expresión ideológica fundamental de un partido. Se trata por tanto de no perder energía en la trasmisión desde la base al aparato. Pues bien, eso es empleado con fruición, desde la óptica establecida –la política desde los aparatos– como un signo de descomposición. Muchos partidos –en primer lugar el PP, en que se ha pronunciado el rural Rajoy contra el Parlamento– sienten cada vez un miedo más agudo al pueblo, hasta llegar al extremo del Sr. Rajoy, que busca sus votos en nidos muy elementales.

En el debate interno de Podemos está presente, de modo implícito y explícito, una realidad prometedora: que desde la oposición se puede gobernar. Una oposición enérgica y digna es un segundo gobierno. Por desgracia este brote ha surgido muy tardíamente en España, tras el asesinato de la libertad en la II República, que también sufrió la violencia antiparlamentaria de los dirigentes reaccionarios. Sr. Rajoy ¿por qué no se queda en Guadamur, que es sitio tan adecuado para el homenaje guisado constantemente por la Sra. Cospedal?