BILBAO ATHLETIC 0

NàSTIC 4

Al Bilbao Athletic le sigue pesando mucho la bisoñez de su plantilla y la falta de oficio, fruto de esa inmadurez, que muestra en ambas áreas. La séptima derrota de los cachorros en San Mamés no solo volvió a dejar patente esa diabólica tendencia, sino que eleva ya a la categoría de milagro una salvación que cada vez se ve más improbable, aunque matemáticamente todavía sea posible.

Los cachorros cayeron ayer en las redes de un Nàstic mucho más curtido, que sabe a lo que juega y que traduce en dianas casi todos los acercamientos a la meta contraria. Pese a todo, la goleada encajada, la mayor en lo que se lleva de presente ejercicio en contra de los de Cuco Ziganda, fue un tanto desorbitada para el juego que ofrecieron ambas escuadras.

Porque los anfitriones volvieron a dejar patente que tienen ideas, saben tocar el balón, generan fútbol y llegan al área rival, pero ahí se funden los plomos. Y, lo que es peor, no tienen contundencia en la propia. Precisamente de un error colectivo en defensa –basculación de los centrales que no fue secundada por el lateral derecho– llegó el 0-1 cuando se enfilaba la primera media hora de juego.

Antes de eso, las oportunidades se habían repartido equitativamente por cada bando. De hecho, Iriondo bien pudo poner a los suyos por delante con una vaselina que ya había superado al portero visitante, Reina, pero que sacó bajo palos Pablo Marí. A esas alturas de partido, el Nàstic ya había mostrado sus cartas, estar bien parapetado atrás y salir rápido a la contra, algo que a la postre le dio un magnífico rédito de goles y los tres puntos.

Su estrategia, además, se vio notablemente beneficiada por la circunstancia de ponerse por delante en el marcador. Al Bilbao Athletic no le quedó otro remedio que adelantar líneas en pos del empate y dejar más huecos atrás, pese a que el filial rojiblanco volvió a salir con una línea defensiva de cinco, con dos laterales muy avanzados.

Fue de hecho por el costado diestro por donde más buscó esa igualada el conjunto local, con un peleón Villalibre que, hasta en dos ocasiones, lo tuvo para equilibrar en el último tramo de la primera parte, con un chut a la media vuelta que paró un bien colocado Reina y, especialmente, con un remate de cabeza picado al que le sobró intención por ajustarlo al poste.

El 0-2, un mazazo

A la vista del escaso rendimiento del dibujo táctico inicial, Ziganda optó por jugarse el todo por el todo tras el descanso, sacrificando un pivote defensivo por un delantero. Así, sería el recién entrado Santamaría quien dispondría de otro buen lance, con un disparo en carrera que se marcharía pegado al palo. No obstante, previamente el Nàstic había vuelto a mostrar sus garras en una rápida galopada de Naranjo –un quebradero de cabeza para los vizcainos– a la que solo su mal control y la rápida salida de Remiro impidió que se convirtiese en el 0-2. Pero este no tardó en llegar, apenas siete minutos después, el internacional georgiano Aburjania se sacó un lanzamiento desde fuera del área ante el que, aunque ajustado, el guardameta navarro puedo hacer más.

El segundo tanto catalán acabó por hundir a los rojiblancos quienes, pese a no entregar la cuchara ni serles concedido un penalti a Villalibre, vieron cómo su rival seguía penalizándolos cada vez que llegaba al área local. Emaná, por partida doble, cerró la goleada, que pudo ser mayor si los de Vicente Moreno no se hubieran recreado en exceso en algunos ataques.

El Alavés sigue segundo y Osasuna sale del play-off

Se aprieta, y mucho, la parte alta de la clasificación en la categoría de plata. Apenas siete puntos separan a los seis primeros situados en la zona que da derecho a ascender de manera directa o disputando el play-off. Pese a no pasar del empate en Mendizorrotza, los resultados habidos este fin de semana permiten al Alavés conservar la segunda posición, aunque sus perseguidores cada vez se aproximan más, recortando la diferencia.

De hecho, la victoria del Nàstic en San Mamés permite a los catalanes situarse a dos escasos puntos de los babazorros quienes, por otro lado, no ven alejarse al líder Leganés, que solo pudo cosechar un punto en su visita a Girona. Los albiazules tienen otra prueba de fuego este próximo domingo al mediodía rindiendo visita al Córdoba, que no está precisamente fino en su estadio.

No le fue tan favorable la jornada a Osasuna, cuya derrota en Albacete le ha salido bastante cara, ya que los rojillos abandonan la condición de equipo play-off por tercera jornada en lo que se lleva de temporada. La ya comentada victoria del Nàstic, junto a los empates de Zaragoza y Córdoba, dejan a los de Enrique Martín ubicados en la séptima posición, aunque empatados a 46 puntos con andaluces y Oviedo, que perdió en Alcorcón.

Los rojillos recibirán este sábado al Tenerife, un conjunto que se encuentra en un buen momento de forma, como lo ha demostrado en sus últimos compromisos ante el Leganés, al que ganó en su estadio, y el Zaragoza, con el que empató ayer a cero. N.M.