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Mikel Aranburu defiende la aplicación de la «moderada» reforma fiscal

Desde enero, en Nafarroa están en vigor las nuevas tarifas de retenciones sobre los salarios aprobadas por las formaciones que respaldan al Gobierno del cambio. El consejero Mikel Aranburu sostuvo que, desde el punto de vista técnico, se ha vuelto a la situación de 2014.

El consejero navarro de Hacienda y Política Financiera, Mikel Aranburu, aseguró ayer que las reducciones en el salario neto que han sufrido trabajadoras y trabajadores por la aplicación de las nuevas tarifas de retenciones no ha sido notable.

Así lo indicó a los medios de comunicación, tal como recogió la agencia Efe, antes de su comparecencia ante el Parlamento, en la que explicó qué rentas se han visto afectadas desde enero con respecto al año anterior tras la reforma fiscal aprobada. «El efecto conjunto no es muy acusado, porque la reforma ha sido moderada», comentó.

Durante la sesión, Aranburu reiteró que «no ha habido un aumento de la presión fiscal en este sentido», sino que, «desde el punto de vista técnico», se ha vuelto a la misma situación que había hasta 2014.

«A aquellas personas que pasen de 32.000 a 33.000 euros, esos 1.000 más les van a suponer solamente una diferencia de unos 5 euros», precisó, para añadir que esta cifra «no es una cantidad importante».

En cuanto a las familias sin hijos, insistió en que «la nueva tabla de retenciones viene a posicionarse en la situación de 2014» y, en algunos casos, disminuye en las rentas bajas.

Sostuvo que «la tendencia es la misma» para las familias con un hijo, ya que en los tramos bajos se mantiene igual y es a partir de los 32.000 euros cuando empieza a subir 0,1 puntos, lo cual supone 8 euros al mes de retención. «Cada uno juzgará si eso es un castigo brutal o no», manifestó. Según el consejero, las familias con dos, tres y cuatro hijos presentan un «cuadro parecido».

Divergencia parlamentaria

Desde la oposición, la portavoz del PP, Ana Beltrán, solicitó «que se compare la situación con la del resto de contribuyentes asalariados del resto de comunidades españolas», y no con la de Nafarroa en 2014. «No les ha preocupado que fuese la subida de impuestos más sangrienta de toda España», dijo.

En la misma línea se pronunció el parlamentario de UPN Juan Luis Sánchez de Muniáin, quien afirmó que «los ciudadanos van a tener menos dinero, no solo las clases altas». «Lo cierto es que han subido impuestos y retenciones, y ha descendido la percepción económica de las familias», agregó.

La representante del PSN, Ainhoa Unzu, llegó a afirmar que «se ha decidido castigar a prácticamente todas las rentas» y que, por tanto, «no hay ningún tipo de rescate ciudadano».

Desde el otro lado, por Geroa Bai, Jokin Castiella subrayó que «ha habido un criterio de equidad» para «volver a la senda de la cordura y la financiación justa y necesaria», mientras que el portavoz de EH Bildu, Maiorga Ramírez, defendió que «la reforma persigue un modelo de sociedad más justo y equitativo».

Fátima Andreo, de Podemos, resaltó que «la bajada de impuestos no es siempre la mejor medida», y José Miguel Nuin, de Izquierda-Ezkerra, lamentó que «lo único» que se ha hecho es «volver a lo que UPN aplicaba».