El presidente de EEUU, Barack Obama, rindió ayer homenaje a las víctimas de la dictadura argentina, coincidiendo con el 40 aniversario del golpe de Estado que instauró la última dictadura militar, entre 1976 y 1983. «Que se cumpla la promesa» del «nunca más», reclamó Obama durante su visita, acompañado de su homólogo argentino, Mauricio Macri, al Parque de la Memoria, erigido frente al río de La Plata, y que fue criticada por alguna organización de derechos humanos. Ambos arrojaron flores blancas a sus aguas en señal de respeto a las víctimas del «terrorismo de Estado».

«Estoy emocionado», dijo Obama, quien admitió que «en el pasado» EEUU no hizo lo suficiente en defensa de los derechos humanos en países como Argentina. A su juicio, «una sociedad requiere coraje para enfrentar verdades incómodas», lo cual «es esencial para avanzar». Y confirmó la desclasificación de más documentos sobre el último régimen militar y el papel jugado por su país.

Mencionó el apoyo de la Casa Blanca a las dictaduras latinoamericanas, por lo que EEUU tiene que «examinar» su propio pasado. «Sé que existen polémicas sobre las políticas de EEUU» en lo que llamó «esos días oscuros».

Valentía y perseverancia

«Este parque es un homenaje a la valentía y la perseverancia», destacó, mencionando los «increíbles esfuerzos» de organizaciones de víctimas como las Abuelas y las Madres de la Plaza de Mayo. «Los familiares y sus acciones han marcado una diferencia para siempre. Son los que harán que el pasado sea un recuerdo permanente y que se haga realidad para siempre el ‘nunca más’», afirmó.

Macri, por su parte, señaló que cuando «se cumplen 40 años del golpe militar que consolidó la época más oscura» de la historia argentina, «es una oportunidad maravillosa para que gritemos ‘nunca más’ a la violencia institucional».

La respuesta de Obama a una pregunta en la Casa Rosada la víspera sobre el rol de Washington durante la última dictadura militar decepcionó a muchos, ya que el viernes pasado, el embajador Noah Mamet había adelantado que el presidente iba a hacer una «mención especial» al respecto, dando a entender una posible autocrítica. Sin embargo, Obama se limitó a afirmar que «la historia de la política exterior (de EEUU), como la de cualquier país, tiene momentos de gloria y otros que han sido lo contrario de lo que deba representar América. Maduramos en las relaciones internacionales. EEUU tiene mucha autocrítica» que hacer. Desde el Gobierno argentino prefirieron destacar que Washington aceptó desclasificar todos los archivos que permanecen en secreto.