Arcelor Mittal procede a apagar el horno de la acería de Zumarraga
La parada de la planta de Arcelor en Zumarraga comenzó anoche –si se cumplió el plan filtrado por la empresa a la agencia Efe– con el «apagado del horno y la acería», que culminará al final de la próxima semana, cuando solamente quede activo el parque de chatarra.
Mientras la dirección de Arcelor continúa con su plan para cesar la actividad en la planta de Zumarraga, la plantilla llevará a cabo hoy una serie de movilizaciones que contará con el respaldo de los trabajadores de las factorías de Bergara, Olaberria y Etxebarri.
En Zumarraga realizarán un paro de 24 horas, mientras que en las otras dos plantas guipuzcoanas será de 4 horas –de 12.00 a 16.00–. Además, desde Olaberria partirá una caravana de vehículos, a las 12.15 desde la zona del Carrefour, para sumarse a la concentración que, de 13.00 a 15.00, se realizará a las puertas de la fábrica que Arcelor pretenden dejar en la estacada. En Etxebarri harán lo propio de 13.30 a 14.30 bajo el lema «ACB y Zumarraga, solución». Y una manifestación, que partirá a las 18.00, recorrerá las calles de Urretxu y Zumarraga.
Por su parte, según explicaron a Efe fuentes de la dirección, la empresa tenía previsto que el horno funcionara ayer en los tres turnos establecidos –de mañana, tarde y noche–, tras lo cual se apagaría ya la cabecera de esta acería.
La actividad del tren de laminación continuará «aproximadamente una semana más», tras lo cual «hará falta algún día» adicional para dar salida al producto terminado acumulado en el almacén.
De esta manera, según sus previsiones, el cese de la actividad de la planta podría producirse al final de la próxima semana, cuando quedará sólo activo el parque de chatarra, en el que trabajarán apenas ocho personas.
De Alemania a Gran Bretaña
Cerca de 45.000 trabajadores de la siderurgia se manifestaron ayer en Alemania respondiendo a la convocatoria del sindicato IG Metall en una jornada bautizada «El acero es el futuro». A estos actos se sumaron tanto representantes sindicales como políticos, incluido el ministro de Economía y líder del SPD, Sigmar Gabriel.
En Gran Bretaña, Tata Steel comenzó su «reestructuración» al vender una de sus divisiones, Greybull Capital, por la cantidad simbólica de una libra. La multinacional dijo que así «brinda un futuro» a 4.400 empleados.

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