A.U.L.
Nafarroa

Mulier y Osasuna tomarán caminos diferentes

Descendió Lagunak, desapareció Osasuna, renunció a su plaza San Juan... El verano de 2014 resultó devastador para el fútbol navarro. Al menos hasta que Ardoi dio un paso adelante para militar en Segunda y, un peldaño más abajo, nacía un club, nuevo pero ambicioso, Mulier.

Formado en buena medida por jugadoras y técnicos procedentes de Osasuna, que se había visto sacudido por el descenso de su primer equipo, firmó un convenio de colaboración con el club rojillo. Una unión que ha funcionado durante dos temporadas, en las que Mulier ascendió primero a Segunda y ha rozado ahora la clasificación para el play-off de ascenso a Primera.

A partir de ahora, ambas entidades caminarán solas. Hace tres semanas, Osasuna planteó al club femenino su intención de crear una Fundación de fútbol femenino, con sus propios órganos de dirección y tutelada por la junta directiva de Osasuna. Un proyecto al que podrían sumarse otros clubes y que se marcaba como aspiración para un futuro cercano contar con un equipo en Primera.

El proyecto, aun con sus ventajas, no ha convencido a Mulier. «Nuestro deseo siempre ha sido ir de la mano de Osasuna», admiten, pero mediante «un acuerdo de colaboración» y no bajo la tutela de una Fundación. Especialmente en los términos planteados por el club rojillo, que supondrían «el descenso de categoría y deberíamos volver a iniciar un nuevo camino desde la Regional». Algo que consideran «inasumible», por lo que Mulier comenzará una «nueva andadura en solitario».