Bueno, también se puede decir que ayer la sintonía del partido no atronó en la espera del líder como lo hizo en campaña, quizá porque habían convocado a la militancia a las 11.30 y pronto se supo que el candidato traía más de una hora de retraso. Al parecer, las retenciones provocadas por un control de la Guardia Civil influyeron en la demora.

Pero, por lo demás, apenas hubo diferencias entre el mitin a pie de calle que ayer lanzó Pedro Sánchez y el organizado en plena campaña el 11 de diciembre. Incluso la asistencia fue muy similar. Quizá algo mayor ayer porque, con los retrasos, a la hora a la que llegó el candidato había más gente en el centro de Gasteiz y, por lo tanto, también más curiosos. En todo caso, la concurrencia se contó por decenas. a lo sumo se puede hablar de un corro de cerca de doscientas personas y eso que allí se vieron dirigentes llegados de otros territorios, cargos internos y públicos de todo tipo, y hasta una histórica militante eibarresa, del PSOE de toda la vida.

Pedro Sánchez llegó a pie, acompañado de la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, y de la líder provincial de Araba y diputada foral de Empleo, Comercio, Turismo y Administración Local, Cristina González. Los asistentes lo recibieron entre gritos de «presidente, presidente». La introducción corrió a cargo de Idoia Mendia, que arrancó en euskara. Le agradeció la visita, le volvió a nombrar «un socialista vasco más» y recordó que Pablo Iglesias había venido a la CAV por primera vez este fin de semana. Apuntó que el líder de Podemos parece que no tiene tiempo para venir, «no como tú». Y luego criticó que para una vez que nos visita lo hace para recuperar «lo más rancio del nacionalismo» y rescatar «monsergas». A la secretaria general del PSE se le olvidó decir que se refería a las alusiones de Iglesias al derecho a decidir, que por otra parte el secretario general de Podemos une siempre a su patriotismo español.

«Gran partido del cambio»

Luego cogió el micrófono inalámbrico Pedro Sánchez, que demostró que tiene bien aprendido su discurso, que lo mismo sirve para hoy que para manaña, para Gasteiz o para Teruel, a poco que uno acompañe lo de «españoles y españolas» de «vascos y vascas» e incluya algún paréntesis local. Los de esta vez fueron pedir un aplauso para «la futura lehendakari», en referencia a Idoia Mendia, y mostrar su solidaridad con «el sector del acero vasco». Esto último lo hizo cuando hablaba de compararse con la industria alemana, con la educación escandinava y la formación profesional austríaca, y acababa clamando que «vamos a ser mejores».

Pedro Sánchez dijo que una «sociedad dinámica» como la española «no se merece ser gobernada ni por la pereza de Rajoy ni por la intransigencia de Iglesias». En ese equilibrio de criticar al PP y a Podemos caminó durante unos quince minutos el candidato del PSOE.

Aseguró que aunque en estas elecciones se vuelven a presentar los mismos candidatos que en diciembre, ahora se sabe lo que han hecho durante estos meses. Afirmó que lo único que ha ocurrido es que «el cambio se ha aplazado unos meses». Añadió que «el cambio del 26J va a tener nombre de mujer. Se va a llamar Igualdad», explicó. Concluyó que «el PSOE es ahora más necesario que nunca» e invitó a votar, perdón, a «apoyar» en las próximas elecciones al «gran partido del cambio».

Y de Gasteiz, Sánchez se fue camino de Azagra, pasando por visitar en San Adrián un Centro de Seguridad Alimentaria.