Centenares de personas se manifestaron ayer en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, donde la víspera un atentado con coche bomba reivindicado por el ISIS dejó 64 muertos, y responsabilizaron a las autoridades de la matanza. Muchos de ellos, partidarios del clérigo Moqtada al-Sadr, reclamaron la dimisión del ministro del Interior, Mohammed al-Ghabbane. «El Gobierno se supone que debe adoptar medidas para protegernos, pero no nos ofrece nada», denunciaron algunos manifestaron.

«Contra la Humanidad»

La Organización Human Rights Watch (HRW) denunció que los atentados con coche bomba registrados en Bagdad se ajustan al «patrón de crímenes contra la Humanidad».

«Una vez más, el ISIS ha llevado a cabo un ataque devastador diseñado para infligir el máximo sufrimiento y muerte a los iraquíes», dijo Joe Stork, subdirector para Oriente Medio de HRW.

Subrayó que la supuesta presencia de milicianos de la chií Multitud Popular aducida por el ISIS «no justifica esta última atrocidad».