La cercanía de los Juegos de Río de Janeiro, que obligó a muchos atletas a reservarse, acompañada por una tarde-noche lluviosa, parecía que iba a oscurecer una nueva jornada de la Diamond League. Sin embargo, a falta de grandes estrellas de las pruebas ‘principales’, fueron las llamadas ‘secundarias’ quienes se llevaron el protagonismo en el octavo mitin de la temporada disputado en el Estadio Olímpico de Estocolmo (Suecia).

Entre esas pruebas, destacó Ruth Beitia, que consiguió su mejor marca del año al aire libre con un salto de 1,93 metros que le otorgó la segunda victoria consecutiva después de la obtenida en Oslo hace una semana.

La cántabra superó el listón en su segundo intento sobre 1,93 para deshacer el empate con la italiana Alessia Trost, segunda (1,90,) y desbancar a la saltadora de Santa Lucía Levern Spencer del liderato de la Diamond League. Beitia se sitúa primera con 21 puntos, cuatro más que la propia Spencer, que se estancó con tres nulos en 1,86, la citada Trost y la polaca Kamila Lickwinko, que comparten la tercera plaza (10 puntos).

Otra Ruth, la barainí Ruth Jebet, se impuso con autoridad en los 3.000 metros obstáculos. Y encima lo hizo con nuevo récord del mitin, al lograr un tiempo de 9:08.37, superando a la keniata Beatrice Chepkoech (9:22.56) y a la australiana Genevieve Lacaze (9:23.19), que se hizo con su mejor marca personal.

Otro de los nombres propios fue el saltador de pértiga Renaud Lavillenie. Campeón olímpico y plusmarquista mundial (6,16 m. en techo), ganó con un salto de 5,73 al segundo intento. Sin embargo, la clave estuvo en la barrera del 5,65, que superó a la tercera tentativa. Esto le armó de moral hasta lograr la victoria.

¿Qué pasa con Rusia?

La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) debe decidir hoy si levanta la suspensión a la Federación Rusa de Atletismo después de numerosos escándalos de dopaje que han salpicado a sus deportistas, y si autoriza a los atletas rusos competir en los Juegos Olímpicos de Río.

La decisión dejaría fuera de la cita olímpica a estrellas como Yelena Isinbayeva, Serguei Shubenkov o Anna Chicherova. El golpe sería especialmente duro para Isinbayeva, doble campeona olímpica en pértiga (Atenas 2004 y Beijing 2008) y bronce en Londres (2012), que quería despedirse con unos quintos Juegos y un tercer oro al cuello.

A punto de cumplir los 34 años, la zarina de la pértiga recuperó el liderato en la disciplina después de un par de años de crisis al ganar el Mundial de Moscú (2013), tras lo que se tomó una pausa para ser madre.