Argentina volvió a ejercer de apisonadora para convertirse en la primera finalista de la Copa América. Goleó a Estados Unidos (4-0) en el penúltimo peldaño y el domingo se enfrentará a Chile o Colombia, que han jugado esta pasada madrugada.

Una final que los albicelestes afrontarán con muchas espinitas que sacarse. Sobre todo si su rival es Chile, ante el que cayó en la final de la edición del año pasado, en la tanda de penaltis. Y al que ya dio un primer aviso, el pasado 6 de junio en la primera jornada de la fase de grupos, derrotándole por 2-1. Pero es que, además, Argentina lleva casi un cuarto de siglo, 23 años, esperando para volver a levantar el trofeo. De conseguirlo, como guinda, igualará a su vecino Uruguay como la selección más laureada del campeonato, con quince triunfos.

Los augurios no pueden ser mejores porque Argentina se ve cada vez mejor. Su última víctima el anfitrión, un Estados Unidos muy inferior, que se vio arrollado. Lavezzi (3’), Messi (32’) e Higuaín (50’, 86’) marcaron los goles de un partido que se saldó con buena y mala noticia: Messi es ya el máximo goleador en la historia de la albiceleste (55 tantos en 112 partidos) y Lavezzi se fracturó el codo al caer tras los paneles publicitarios.