Arnaitz GORRITI
Entrevista

La lluvia provoca el caos

Con los Alpes resbaladizos, y por ende las caídas, sobrevino la debilidad de todos, incluido Froome, aunquepeor parados salieron Mollema, Dani Navarro y Dumoulin. Quintana llega a la tercera plaza «de milagro».

Controlar todas y cada una de las variables de las carreras está siendo la obsesión de los equipos, hasta el punto de que el espectáculo de este Tour está resultando bastante descafeinado. Chris Froome no necesitaba de grandes alardes, ni de abrir grandes ventajas para mostrarse como el más fuerte... hasta que llegó la lluvia y le puso al Tour el caos que le hacía falta.

«No tengo gran cosa», reconocía Froome en la meta, pero añadía a renglón seguido que «un día como hoy –por ayer– es la demostración de que el Tour no se termina hasta que no se supera la línea de meta de París».

«Quería estar delante para evitar el máximo posible de problemas, pero he rodado sobre una raya pintada en la carretera y me he caído. Por suerte no ha sido gran cosa, pero me he alegrado de tener tanta ventaja con mis rivales en la general», reconocía el líder del Tour

Magullado, y con hielo en su rodilla en el podio, el británico de Nairobi sufrió en los últimos kilómetros de ayer más que en todo el Tour. Por eso quiso agradecer a sus compañeros el trabajo realizado; por eso abrazaba a Wouter Poels nada más cruzar la meta. «Tengo la suerte de tener compañeros de equipo geniales, como Thomas, que me ha prestado su bici», reconocía.

Los peor parados

Si Chris Froome lo pasó mal, otros lo pasaron bastante peor. Dani Navarro, con fractura de clavícula, tuvo que irse a casa, igual que Tom Dumoulin, con una rotura de escafoides que tal vez haga que se pierda los Juegos de Río.

Sin llegar a esos extremos, Bauke Mollema también fue el gran perdedor. Se caía antes del último puerto, y se dejaba más de cuatro minutos en la meta, de forma que perdía sus opciones de podio. Hasta los «ganadores» del día lo pasaron mal, por ejemplo un Nairo Quintana que sopesó hasta el abandono.

«Es como si fuera un milagro de Dios poder estar aquí, estaba muy mal. Lo que pasa en mi cuerpo es difícil de explicar ahora. Las piernas no me van, y son los compañeros los que me mantienen sobre la bicicleta», reconocía el colombiano.

Con todo, queda una etapa alpina y, como dijo Porte, otro de los derrotados, «es la última oportunidad y todo el mundo jugará sus cartas».

Adierazpenak

«No tengo gran cosa, pero un día como hoy es la demostración de que el Tour no se termina hasta que no se supera la línea de meta de París. Gracias a mis compañeros, que son geniales»

Chris FROOME

Corredor del Sky

«Lo que pasa en mi cuerpo es difícil de explicar ahora. Las piernas no me van, y son los compañeros los que me mantienen sobre la bicicleta»

Nairo QUINTANA

Corredor del Movistar

«Me encontré a Froome en el suelo y paré. Me dijo que quería mi bicicleta, y se la di. Por suerte, el coche estaba cerca. Yo no me iba a ir corriendo hasta la meta.»

Geraint THOMAS

Corredor del Sky