«Teníamos un reto fascinante y nos gustaría volver a intentarlo. Volvemos con muchas ganas de seguir», apuntó Mikel Zabalza nada más llegar ayer a Euskal Herria como integrante de la expedición Wopeak al Gasherbrum II, de la que ha formado parte junto Alberto Iñurrategi y Juan Vallejo, además del cámara Jon Herranz y el promotor Mikel Renteria.

El objetivo de esta expedición vasca era escalar en estilo alpino el Gasherbrum II (8.035 metros, en la cadena Baltoro de la cordillera del Karakórum, frontera entre Pakistán y China). Sin embargo, «la meteorología nos ha sido esquiva. Ha sido un año muy malo y así hay que tomarlo, con resignación. Apenas ha habido periodos de buen tiempo y los dos intentos de cumbre que hemos realizado se han visto truncados por esa mala meteorología. Contra eso no hay nada que hacer», apuntó Vallejo.

Zabalza por su parte afirmó que «la inestable meteorología de este año no ha dejado huecos para hacer un intento con garantías, pero hemos vuelto con muchas ganas de seguir y de volver a intentarlo. La ruta francesa al G-II en alpino es directa, elegante y creemos que segura», insistió optimista.

«Por la ruta francesa del 75»

Los integrantes de la cordada relataron que el equipo emprendió la salida hacia la cumbre el 21 de julio «con una ventana de tiempo corta e incompleta». Habían planeado alcanzar la cumbre en estilo alpino «por la ruta francesa del 75, una vía muy poco habitual y que precisa un mínimo de condiciones para ascender con garantías de seguri- dad». Añadieron que ascender hasta el Campo 1 (5.950m) fue «complicado, la nieve estaba en malas condiciones y la subida resultó dura. Tras dos días allí y un fuerte temporal» decidieron darse la vuelta.

«Hemos actuado bien. Vista la situación, fue de sentido común volver al campo base y dar por terminado el intento. Otras expediciones que había por la zona se han llevado sustos importantes debido al mal tiempo», destacó Alberto Iñurrategi.