Miren SÁENZ
natación

Phelps suma y sigue

Se estrena con un triunfo en el relevo, que amplía a 19 su colección de oros, mientras Ledecky, Peaty y Sjostrom ponen las plusmarcas.

El Estadio Acuático vivió una enorme segunda jornada, con premio para el mejor nadador de todos los tiempos, precedido de tres espectaculares plusmarcas protagonizadas por tres jóvenes que han destacado sobradamente en el último ciclo.

De las cuatro finales solo la del relevo se quedó sin marca estratosférica, a cambio sirvió para ampliar la inigualable colección de medallas olímpicas de Michael Phelps en su primera aparición en la piscina carioca. El deportista más laureado del olimpismo sumó en la final del relevo de 4x100 metros libre su 19º oro, su medalla número 23 –tiene además dos platas y dos bronces– .

Su participación en el cuarteto no se había publicitado, pero la presencia en la grada de su omnipresente madre –esta vez acompañada por la mujer y el pequeño hijo del astro– confirmaron pronto el rumor.

El tiburón de Baltimore anticipó con su exitoso estreno parte del plan: peleará por cada metro en cada una de sus actuaciones. Phelps tiene 31 años, una edad excesiva para la piscina a estos niveles, pero su gen competitivo se mantiene invariable y ha empezado a demostrarlo.

A Phelps siempre le gustaron los relevos, disfruta del esfuerzo colectivo, y el domingo con su actuación contribuyó claramente a que Estados Unidos recuperara el primer puesto en una de sus pruebas predilectas. Los chicos de las barras y estrellas dominaron el relevo corto del crol con mano de hierro, hasta que en los Juegos de Sydney’2000 los australianos les robaron la cartera y a partir de entonces otros como los franceses también les suplantaron en el escalón más alto del podio.

El cuarteto galo, por tanto, defendía el oro de Londres con grandes de la disciplina como Manadou y Stravius, pero sin Yannick Agnel, que cuatro años después de proclamarse campeón olímpico de 200 libre en la pileta londinense se hundió en la carioca en las eliminatorias. El gigante de Nîmes, de 24 años, atraviesa horas tan bajas que acaba de anunciar su retirada.

Phelps también colgó el bañador, pero decidió darse una nueva oportunidad y ha arrancado de maravilla. En su primera aparición nadó la segunda posta como en Atenas’2004, pero bastante mejor que en Londres’2012 donde se vio relegado a la medalla plata. En Río pudo con los especialistas, velocistas puros, cuando él no lo es; porque solo el australiano Mcevoy, líder del ranking de 100 metros (47.00) y el francés Stravius (47.11) superaron el parcial de la megaestrella (47.12). Sonriente se abrazaba a sus compañeros de fatigas: Nathan Adrian, campeón olímpico en 2012 de 100 metros libre, y los jóvenes Ryan Held y Caeleb Dressel, envueltos en lágrimas.

Fue este el segundo oro para la delegación estadounidense. El mérito del primero en las carreras de piscina llegó de la mano de Katie Ledecky. Tal y como se esperaba arrasó en su primera actuación individual, la de 400 metros libre. La nadadora de Washington salió a toda máquina y acabó casi dos segundos por debajo de su anterior registro que dejó en 3.56.46. Completó así la docena de récords y después de agotar los adjetivos ante semejante pellizco explicó que perseguía nadar en 3.36 desde 2013, cuando despuntó en Barcelona. En los dos últimos años anduvo cerca, pero nunca tanto como en estas eliminatorias donde ensayó con el récord olímpico (3.58.71) que le duró un día.

A sus 19 años no ha perdido una carrera individual ni en Mundiales ni en Juegos, pero sí en relevos. La víspera las australianas le mandaron al peldaño de la plata en los 4x100 metros libre, así que en el 4x200 querrá recuperar el escalón superior.

El otro marcón de la jornada tiene sello inglés. Adam Peaty definitivamente ha revolucionado los 100 metros braza. Era el único nadador que había sorteado la barrera de los 58 segundos, pero sus 57.13 le ponen en otra dimensión. Lo dejó claro ante Cameron van der Burgh, su antecesor en el oro, al que relegó a la plata por más de un segundo y medio (58.69).

El sudafricano felicitaba admirado a ese chaval de 21 años que hasta hace poco le discutía su hegemonía y ya le ha suplantado. Desde Seúl’88 ningún inglés había ganado el título olímpico. Tenía que ser Peaty, campeón europeo y mundial, que dio el primer récord a este certamen y lo ha mejorado dos veces en dos días.

Sarah Sjostrom completó el festival de plusmarcas en 100 mariposa. La sueca rebajó por tercera vez su récord mundial para dejarlo en 55.48 y colgarse un oro olímpico que no tenía. La velocista, partidaria de los programas abultados, desbancó a la eterna Vollmer, bronce, que se vio superada por una canadiense de 16 años llamada Penny Oleksiak, hija de un jugador de hockey hielo, que se colgó el bronce en el relevo 4x100 y dará que hablar.

Comienzan los 100 metros libre que apuntan directamente a Australia

El asalto a los 100 metros libre, uno de los momentos cumbre de la natación, arranca esta tarde con las series masculinas a las 18.02, hora de Euskal Herria . El estadounidense Nathan Adrian defiende el título que consiguió hace cuatro años en Londres ante James Magnussen, el Mísil australiano que apuntaba alto y se quedó en subcampeón. Esta vez también el favorito es un nadador aussie: Cameron McEvoy, al frente del ranking de la temporada donde ha cosechado 47.04, la tercera mejor marca de la historia. McEvoy marcó también el parcial más rápido de todos los participantes en el relevo de 4x100 metros libre disputado en la piscina carioca y consiguió la medalla de bronce para Australia con una última posta espectacular pese al ataque lanzado por Morozov y Sukhorukov, dos de los nadadores rusos readmitidos tras haber sido vetados que cerraron el cuarteto en cuarta posición.

En pruebas tan explosivas como esta abundan las sorpresas. Ya ocurrió en el último Mundial de Kazán cuando Ning Zetao se convirtió en el primer nadador chino en conquistar la prueba reina. McEvoy se clasificó entonces en segunda posición, mientras el argentino Federico Grabich completaba un podio insólito. Con Nathan Adrian hundido y Morozov descalificado todo era posible y Zetao, ausente en Londres por un positivo de clembuterol, no desaprovechó la oportunidad. McEvoy lo tendrá presente.

El turno de las chicas será mañana y también las australianas son favoritas. Las hermanas Campbell llegan pletóricas; lo han demostrado con su victoria en el relevo de 4x100 metros en donde renovaron su récord del mundo.

Cate –oro en el Mundial de Barcelona'2013 y bronce en Kazán´2015– llega con la mejor marca de la temporada puesto que sus 52.06 son la plusmarca, mientras su hermana Bronte es la actual campeona mundial. La holandesa Ranomi Kromowidjojo defiende el oro olímpico.

Esta tarde se anuncian series de 200 mariposa (M), 200 braza (H) y 4x200 libre (H). De madrugada serán las finales de 200 libre (M), 200 mariposa (H), 200 estilos (M) y 4x200 metros libre (H).M.S.