El PNV confirmó con creces la anunciada victoria en las elecciones al Parlamento de Gasteiz, donde sumará 29 escaños, dos más que en la anterior legislatura. Pese a la entrada de una nueva fuerza política como Elkarrekin Podemos, los jeltzales sumaron 13.000 nuevos votos, quedando a las puertas de las 400.000 papeletas. Supone más del 37%, tres puntos porcentuales más que en 2012. La abstención, finalmente, se quedó en el 37,74% del censo electoral, un punto porcentual menos.

EH Bildu mantuvo sin apuros la segunda plaza. De los 21 parlamentarios que tenía pasará a 17, pero el repunte respecto a las últimas citas electorales resulta contundente: ayer consiguió 224.254 votos, lo que supone un crecimiento de 80.000 papeletas respecto a las últimas elecciones estatales, celebradas hace apenas tres meses.

De hecho, EH Bildu se quedó a las puertas de conseguir un diputado más en Bizkaia, donde el último escaño en juego cayó en la cesta del PNV por tan solo 80 votos de diferencia. El baile de este parlamentario, que pasó de un partido a otro a lo largo de todo el recuento, fue el principal punto de tensión en una noche sin incidentes remarcables. Todavía falta por sumar al escrutinio de ayer el voto desde el extranjero (fueron aceptadas 4.727 solicitudes de voto CERA), pero es un voto que suele favorecer más a los jeltzales que a la izquierda independentista, por lo que es difícil que este escaño cambie finalmente de color.

Se trata de un parlamentario clave, ya que es el que da al PNV la oportunidad de reeditar un acuerdo de legislatura con el PSE. Pese al batacazo, los 9 escaños socialistas llegan junto a los del PNV a los 38, la línea que marca la mayoría absoluta en un Parlamento con 75 asientos. En cualquier caso, el trompazo de los socialistas es más que considerable: respecto a las elecciones de 2012, pierden un total de 86.670 votos y más de siete puntos porcentuales, lo que se traduce en nueve parlamentarios, siete menos que en la anterior legislatura.

Podemos a la baja

Una de las sorpresas de la noche la protagonizó Podemos, dado que las encuestas habían alimentado una pugna con EH Bildu por la segunda plaza. Aunque el partido morado no tuvo problemas en lograr la tercera plaza, lo cierto es que, con 11 escaños, quedó más cerca del PSE que de la izquierda independentista. La candidatura encabezada por Pili Zabala perdió 179.069 votos respecto a las estatales del 26 de junio. En Gipuzkoa apenas sacó 8.000 votos más que el PSE, en Bizkaia quedó lejos de EH Bildu (en votos) y en Araba fue cuarta fuerza, por debajo del PP y de la izquierda independentista.

Finalmente, el PP también vio amortiguada la caída que le auguraban las encuestas y tan solo perdió uno de los escaños que tenía en Bizkaia, quedando con un total de nueve. Exactamente los mismos que tiene el PSE, lo que convierte al nuevo hemiciclo resultante de las elecciones de ayer en el más desfavorable al bipartidismo español. Dicho de otro modo, las fuerzas contrarias al derecho a decidir tendrán menos representantes que nunca en Gasteiz. Serán 18 parlamentarios y entre ellos no suman más que el 22,1% de los votos emitidos ayer. El 24,12% si se suma a Ciudadanos, que pese a conseguir el 3,17% de los votos en Araba se quedó sin escaño.

Derecho a decidir y derecha

De forma inversamente proporcional, las fuerzas que en su programa han defendido el derecho a decidir y que apuestan por superar el marco institucional resultante de la Transición suman una amplísima mayoría de 57 escaños. Es decir, PNV, EH Bildu y Podemos, fuerzas que de un modo u otro han defendido en campaña un nuevo estatus para la CAV, suman el 73,71% de los votos, casi un cuarto del total de sufragios emitidos y muy por encima de los dos tercios en los que suelen situarse las mayorías cualificadas. De hecho, en porcentaje de parlamentarios, suman el 76%, algo nunca visto en el Parlamento que representa a Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. La propuesta lanzada por EH Bildu durante la campaña, por tanto, tiene un amplio recorrido si las otras dos fuerzas se suman. De ahí que Otegi reivindicase ayer la antesala del asalto al cielo. Si hay voluntad, la aritmética existe y no será precisamente por que en la celebración del PNV de ayer faltasen gritos a favor de la independencia.

Por contra, en el siempre difuso eje izquierda-derecha, el próximo Parlamento gira hacia el conservadurismo, ya que PNV y PP llegan a la mayoría absoluta de 38 parlamentarios. EH Bildu y Podemos apenas suman 28 escaños, cifra que llega a 37 si se suma al PSE.

Triunfo en todos los herrialdes

Por territorios, la victoria del PNV fue igualmente clara. En Bizkaia arrasó con 12 escaños y el 42,12% de los votos. EH Bildu mantuvo la segunda plaza por delante de Podemos (cuatro escaños para cada uno), mientras que el PSE pasó de cinco parlamentarios a tres y el PP de tres a dos. En Gipuzkoa la victoria del PNV fue igualmente indiscutible, con el 34,38% de los votos y nueve escaños, uno más que EH Bildu. A mucha distancia, Podemos y PSE se repartieron tres parlamentarios cada uno, dejando dos para el PP.

Alfonso Alonso mantuvo sin embargo el tipo en Araba, donde apenas perdió 2.000 votos respecto a 2012, aupándose con cinco escaños hasta la segunda plaza, solo por debajo del PNV, que barrió con ocho más en este herrialde. Con mil votos menos que el PP, EH Bildu se hizo con otros cinco escaños, Podemos se llevó cuatro y el PSE perdió la mitad de los seis que tenía.