Marc Márquez (Honda) logró su tercer título mundial de MotoGP al conseguir ayer su quinta victoria de la temporada en el circuito nipón de Motegi y beneficiarse de las caídas de Valentino Rossi y Jorge Lorenzo.

El de Cervera fraguó su éxito en la cuarta vuelta, donde tomó la iniciativa para superar al de Yamaha y se llevó a la estela a su compañero de equipo, quien daría con sus huesos en el suelo en el décimo giro. Lo mismo que le ocurrió a Lorenzo en la vuelta número veinte, algo que nadie esperaba y que permitió que Márquez se hiciese de manera automática con el campeonato.

«Ha sido el Mundial más perseguido, el que más tenía como objetivo. Está claro que aquí no regalan nada y, al final, se cuentan todos los campeonatos. La verdad es que poder decir que tengo cinco campeonatos mundiales con 23 años es una cosa importante, pero tampoco quiero que se frene aquí, quiero seguir con la misma ambición de siempre. La clave es no ver un techo, no ponerse un límite», declaró el campeón.

En Moto2, Thomas Luthi (Kalex) se hizo con su tercera carrera de la temporada, mientras que el líder Johann Zarco (Kalex) logró aumentar su ventaja al frente de la clasificación provisional hasta los 21 puntos, después de que un lesionado Álex Rins (Kalex) no tuviese su mejor fin de semana.

Enea Bastiniani (Honda) se estrenó en Moto3 en lo que se lleva de campaña, al imponerse por solo 17 milésimas de segundo al que ya es matemáticamente campéon del mundo, el sudafricano Brad Binder (KTM).