ANAITASUNA 26

PUERTO SAGUNTO 28

Anaitasuna acabó perdiendo un encuentro que dominó durante gran parte de la primera mitad, fue perdiendo hasta de cinco (11-16) al inicio de la segunda, remontó hasta ponerse tres por delante (23-20) gracias a un parcial favorable de 9-3, volvió a complicarse la vida con otro adverso de 1-7 (25-27) y pudo empatar en el tramo final con un penalti que lanzó Guimaraes e interceptó el guardameta Bruixola, el gran protagonista del choque, con casi un 36% de acierto en sus paradas.

De esa montaña rusa salieron mal parados los de Juanto Apezetxea, que firmaron su primera derrota casera y acabaron quejándose amargamente de los árbitros por algunas de las decisiones que tomaron en los momentos decisivos del choque. Lo cierto es que a la escuadra navarra le costó mucho frenar a Inestrosa en la primera media hora –lo hicieron mejor tras el descanso–, le ocurrió algo similar en la segunda con Sorrentino y permitió un gran número de lanzamientos desde los siete metros –siete–.

En esta ocasión, el rendimiento bajo palos de los metas locales no fue tan alto como en las jornadas precedentes y eso el equipo también lo acusó en momentos importante. Lo mismo que el cansancio, ya que la escuadra verdiblanca, que tuvo que realizar un esfuerzo ímprobo para darle la vuelta al luminoso mediada la segunda parte, llegó muy justa de oxígeno a un tramo final en el que vivió la expulsión de Garza, el penalti errado y alguna que otra acción que bien pudo suponer mayor castigo para el Puerto Sagunto.

«Circunstancias arbitrales»

«En el primer tiempo hemos jugado a su ritmo, lento, con ataques largos y muy pocas pérdidas –se quejó el técnico Juanto Apezetxea–, mientras que en el segundo hemos impuesto el nuestro, pero ha habido varias circunstancias que nos han condenado», en referencia a la actuación arbitral.

«No estoy de acuerdo con algunas decisiones que han tomado, ha habido hasta cinco situaciones en las que podían haber pitado pasos y dos que deberían haber sido penalti. En mi exclusión no he dicho nada, solo mirarle y sin ninguna actitud provocativa», protestó el entrena- dor navarro.