ANDORRA 85

BILBAO BASKET 81

Siempre es más fácil jugar si no eres favorito y nada tienes que perder. En cambio, los duelos entre iguales se reducen a que gana el que menos errores comete. Morabanc Andorra y Dominion Bilbao Basket rivalizaron en aciertos, pero también en errores en un choque entre iguales, equipos que yendo de abajo hacia arriba, aspiran a meterse en la zona noble de la Liga ACB Endesa. Y esta vez a Bilbao Basket le tocó perder, después de una rigurosa falta de Mumbrú sobre Shermadini, que además se consideró antideportiva.

En aquel momento, después de superar una pájara que llevó el resultado a 72-63 a menos de cuatro minutos para el final, un «dos más uno» de Bamforth y una bandeja de Tabu lograban establecer el empate a 81 a 25 segundos. Apestaba a prórroga, después de que los hombres de negro hubieran salvado los muebles. Pero llegó la jugada de Mumbrú con el pívot georgiano, y se acabó lo que se daba, porque Shermadini no erró, y David Navarro, a falta de Borg, tampoco perdonó sus tiros libres.

Se acabó la imbatibilidad liguera de Bilbao Basket, que cierra una semana objetivamente mala, aunque del partido de Eurocup al de ayer hubo una evolución a mejor. A mejor, sí, pero con mucho margen aún.

Jugar contra corriente

Se notaron las ganas de un equipo frente al otro; se notaron las precipitaciones; se notaron las rachas buenas y las malas, como si de una cuerda irrompible se tratase. A los hombres de negro les tocó ir por detrás en el marcador a partir de los últimos minutos del primer cuarto, y los de Carles Durán, salvo en el instante en el que se vieron con 12 puntos de desventaja, 33-21, supieron responder al envite.

Pero abusaron del triple. Lograron buenas posiciones de tiro en muchas ocasiones, e incluso lograron hacer daño cuando metieron el balón adentro, pero erraron. Erraron tiros solos y palmeos, pases sencillos y contragolpes, mientras que el cuadro andorrano, un equipo que parece disponer de mayor personalidad y alma que el de hace ahora un año, conseguía hacer daño e imponerse.

De hecho, si Andorra no hubiera firmado un horrible 3 de 19 en triples –por 11 de 33 de Bilbao Basket–, cualquiera diría que su victoria hubiera sido más sencilla. También es cierto que le sacaron mayor partido a los rebotes y a las faltas, lanzando 25 tiros libres por 11 de los de Carles Durán, que al menos supieron aguantar hasta el final.

El «factor Burjanadze»

Hace una semana, en Gasteiz, el Morabanc Andorra perdió, pero dejó constancia de que es un rival peligroso. Sin dejarse caer en los peores momentos, el cuadro que dirige Joan Peñarroya sacó petróleo de su rotación, y ayer pasó tres cuartos de lo mismo.

Hasta la entrada de Beka Burjanadze, Bilbao Basket se mantenía arriba en el marcador, a pesar del gran arranque de Antetokounmpo, pero la entrada del georgiano revitalizó el juego local, y ahí empezaron a irle mal las cosas a Bilbao Basket. Aguantaba los envites, y se acercaba incluso, llegando a empatar varias veces. Pero ahí estaba otra vez el conjunto andorrano, dispuesto a pegar otro arreón. No fue el día de Albicy ni el de Jelinek, pero Nacho Martín, Shermadini, Burjanadze y David Navarro estaban ahí. En el bando bilbaino se intercalaban aciertos y errores, y siempre aparecía alguien –ora Michael Eric, ora Mumbrú, ora Bamforth– aunque se echaba de menos mayor continuidad.

Al final, el duelo decayó en una guerra de nervios, en el que el conjunto de Peñarroya dejó escapar una victoria relativamente encarrilada. Bamforth y Tabu aferraron a los bilbainos al triunfo, pero el error de Mumbrú, que picó de pardillo a sus 37 añazos, costó una derrota que indica que aún resta por afinar.

Sin tiempo para lamentos, Saski Baskonia busca un bálsamo en Badalona

No hay tiempo para lamentaciones ni para perder para Saski Baskonia, que después de caer frente a Zalgiris Kaunas y antes de afrontar la primera jornada doble de la Euroliga –el martes visitará la cancha del Real Madrid y el jueves recibirá a Olympiacos– visita Badalona hoy a las 12.3o, el feudo de un Joventut que hasta la fecha cuenta todos sus partidos por derrotas.

El conjunto baskonista deberá mejorar su defensa, ya que se mostró muy frágil en su partido en tierras lituanas. Asimismo, tendrá que cerrar mejor su rebote defensivo, ya que ese ha sido su principal lunar en los peores momentos de este Baskonia de Sito Alonso.

Por su parte, el propio Joventut tampoco está para tirar cohetes. Los de Diego Ocampo están viviendo un arranque nefasto, de modo que ocupan el farolillo rojo de la competición doméstica, siendo, para más inri, el segundo peor ataque de la competición, ya que anota 69 puntos por partido. En cambio, los gasteiztarras presumen de tener un ataque demoledor, con un promedio de 91,5 puntos por encuentro, siendo ese su bálsamo más prometedor de cara a este mediodía.A. G.