EIBAR 2

VILLARREAL 1

 

El Eibar dijo basta a tiempo. La visita del Villarreal amenazó con prolongar los tropiezos ante Osasuna y Espanyol, hasta convertirlos en crisis, sobre todo una vez que los castellonenses, superiores en el primer tiempo, se adelantaron en el marcador. Pero el equipo armero reaccionó, en modo y tiempo, para voltear el marcador y reafirmarse con un magnífico segundo tiempo que les permitió reencontrarse con la victoria cuatro jornadas después.

Queda, además, la serie de retos menores que superaron los azulgranas –primer triunfo ante el Villarreal en Primera, primera ocasión en que se imponen a uno de los seis primeros clasificados desde que ascendieron, segunda remontada en la categoría, primer equipo capaz de ganar al equipo de Fran Escribá esta temporada...–. Redondearon la mañana aunque fueran, en cualquier caso, ornamentos de lo sustancial. La capacidad del Eibar para sobreponerse a los malos momentos.

Muy delicado fue el que vivió en la recta final del primer tiempo. Con la incertidumbre derivada de los dos tropiezos previos y ante un rival que, sin apabullar, sí se había mostrado superior hasta entonces, el Eibar se encontró con un gol en contra que ni para sus fieles más acérrimos parecía capaz de levantar. Sobre todo para un Villarreal que estaba demostrando el por qué de sus buenos guarismos defensivos con una contundencia, y por momentos algo más, que los eibarreses no se veían capaces de superar.

Pero lo hicieron. Con los mismos protagonistas –que también eran los que jugaron la semana anterior en Cornellá, una vez que José Luis Mendilibar repitió once por primera vez esta temporada– pero con una convicción, quién sabe si el último gesto de rabia del condenado, a prueba de bombas. Que además se encontró con cierta desidia por parte de un rival posiblemente confiado en exceso, convecido de que alguna contra le permitiría matar el partido.

Pero no llegó, con el centro del campo y la defensa locales –los dos centrales, pese al penalti de Lejeune, estuvieron sensacionales– limitando al mínimo las opciones ofensivas de su rival. Con el pasito atrás del Villarreal y los dos adelante del Eibar, el encuentro tomó definitivamente color azulgrana.

Asenjo fue prácticamente el único que evitó que el marcador también lo hiciera antes. Las ocasiones empezaron a llegar, cada vez con mayor persistencia, al área de un Villarreal que se sostuvo en el acierto de su portero. Ya había salvado el empate en la última acción del primer tiempo, despejando a córner un cañonazo de Lejeune, todavía enrabietado por la acción del penalti, desde fuera del área, y no aflojó en la reanudación. Kike García, Enrich o Pedro León en un par de ocasiones pusieron a prueba sus reflejos pero el guardameta palentino se resistió. Y el tiempo se consumía, con el personal comiéndose las uñas y hasta los nudillos mientras veía cómo su equipo lo intentaba y se estrellaba con la misma reiteración.

A once minutos del final, afortunadamente, el cántaro se rompió. Con protagonismo para los dos centrales, que también se lucieron en el área rival. Lejeune peinó el rechace de una falta y Ramis controló con el pecho para anotar su segundo gol del curso. El empate despertó al Villarreal, que bien pudo llevarse el partido con una acción de Borré y Bakambú. Pero la fortuna del acierto acompañó al más perseverante. Y en esa faceta no hubo rival para el Eibar, que en el 87 culminaba un contragolpe con la firma de Pedro León.

 

«Ganar un partido así da mucha confianza»

Feliz, como no podía ser de otra manera, compareció José Luis Mendilibar tras el encuentro.

«Cuando ganas siempre estás contento», aseguraba el técnico, aunque reconocía que la satisfacción es mayor cuando los triunfos toman la forma del de ayer. Un partido en el que «sobre todo hemos creído en nosotros mismos. Hemos insistido, no nos hemos venido abajo y el segundo tiempo ha sido muy completo por nuestra parte. Imagino que alguna culpa habrán tenido ellos también pero nosotros también».

Admitió Mendilibar que no le había gustado «el primer tiempo porque hemos ido por detrás suyo todo el rato, hemos jugado casi siempre en nuestro campo. En la segunda parte le hemos dado la vuelta. Hemos jugado más, hemos jugado en su campo, hemos tenido ocasiones y hemos remontado».

Un vuelco que le vendrá de maravilla al equipo. «Ganar un partido así, remontando, contra un rival como este da mucha confianza. A los jugadores les vendrá bien, jugarán más a gusto», aseguró. Debe servirles, además, «para saber que podemos hacer las cosas. El rival es importante, por supuesto, pero tenemos que jugar nosotros nuestro fútbol. Creo que tenemos jugadores para hacerlo. Aún así perderemos partidos porque habrá rivales que lo hagan mejor. Pero tal y como ha ido el partido, les sirve a los jugadores para fortalecer esa confianza que quizá en quince días habíamos perdido un poco», insistió.

Fran Escribá, por su parte, encajó la derrota con deportividad. «Ha sido un partido muy igualado en todos los sentidos, los dos equipos lo han disputado bien y han salido a por el partido, y los pequeños detalles lo han decantado del lado del Eibar. Podía haber acabado en empate pero la justicia es el resultado. Creo que ninguno de los dos ha sido superior al otro, quizá por fases pero no en el general del partido». Aunque fue su primera derrota del curso, aseguró que «no tiene por qué doler más que otra. Este es un campo complicado y el Eibar compite y aprieta. Uno asume que puede perder». A.U.L.

 

Emotiva dedicatoria de Pedro León

Pedro León confirmó el triunfo con su cuarto gol del curso. Lo celebró con los dedos apuntando al cielo y una dedicatoria emotiva: ayer se cumplieron once años del fallecimiento de su hermano. «Hace once años perdí a un hermano... pero gané a un Ángel», escribió después en su cuenta de Twitter.

 

El equipo vuelve al trabajo en Atxabalpe

José Luis Mendilibar ha citado hoy (10.30) a sus futbolistas en Atxabalpe para realizar la habitual sesión postpartido. La plantilla azulgrana descansará mañana y desde el miércoles preparará el encuentro que le enfrentará al Las Palmas el próximo sábado en el Estadio de Gran Canaria (20.45).