Zea Mays presenta «Harro», el disco con más peso en programaciones
Significaba Iñaki Imaz «Piti» en la rueda de prensa que Zea Mays ofrecía ayer en Kafe Antzokia, que si sumas dos cantidades iguales siempre darán el mismo resultado, en referencia a que si no se cambia ni el estilo ni las formas llega un momento en el que la reiteración es el resultado. «Harro» es la máxima prueba de la evolución de sus últimos años.

Zea Mays está a punto de entrar en el año de su veinte aniversario, 2017, para el que preparan una serie de actos, unos ya medio perfilados (concierto grabado en Kafe Antzokia, imagen y sonido, con numerosos invitados el año pasado) y otros por conformar. El próximo año será también el periodo de presentaciones de “Harro”, su octavo disco, el álbum con más peso electrónico de todo lo que han grabado y donde las programaciones, sintetizadores y teclados traman parte –solo parte– de la pintura de “Harro”.
El sonido de Zea Mays ha cambiado, cada uno le puede poner el punto de inflexión en el disco que crea oportuno, pero “Harro” refuerza aún más la tendencia que lleva el grupo. Piti apuntaba que lo que ellos hacen es rock, pero que era posible que alguien pensara que es pop. El término más equilibrado quizá sea pop-rock, con el guion uniendo los dos mundos.
Zea Mays ha grabado casi una hora, quince canciones, ningún relleno. Han pasado tres años desde la edición de “Da”, cierto, por lo que puede considerarse una distancia con margen para esta magnitud; sin embargo, no deja de ser meritorio cuando no vives de la música, sino del trabajo diario, como es su caso. Y aún es más valorable que los cambios, la evolución, que no la adaptación, cuenten con los resultados de “Harro”, todavía demasiado denso en detalles y percepciones como para describirlo con puntualidad.
El grupo de Rekalde, con el permiso de Aiora y Piti, pero el barrio donde nació el grupo, actuaba en 2015 en el BBK Live, en la carpa. Puede entenderse que era el tercer escenario, pero allí había cerca de 3.000 personas, las que cabían, y llegadas de todos los puntos de la península, y les eligieron por encima del escenario grande. Zea Mays movieron a toda aquella masa. Sus nuevos ritmos, su golpe de bajo, de percusión y guitarras más finas funcionaban. Para nosotros fue la prueba de que se encaminaban en una dirección acertada y con potencial. Ni nos imaginamos la polvareda escuchando “Ez dut sinestu nahi”, por ejemplo, puro veneno rítmico en círculos inacabables, y “Harro” contiene de este calado un buen número de canciones. Y las que difieren, que los matices son muchos, aconsejan varias escuchas antes de afrontar juicios. “Orain”, tan honda y gris; “Eguzkira beti”, tan ruda de inicio, tan bailable y soñadora después, in crescendo, imparable; “Barrutik”, íntima, desoladora y bella en sus pequeños saltos. ¿Es esto una especie de cool wave con guitarra? Es épica, es muy grande. Y lo es “Isiltasuna”, otra canción de ritmos medios con crepúsculo sombrío al aire de The Cure. Otra de las demoledoras emocionalmente. “Enbata” es luz, y new wave la poderosa “Sutan”, otro single. Y si se quiere calma, licuarse en un rincón, queda “Zu”, delicada.
Ruben Gonzalez abre la rueda de prensa contando decenas de razones para sentirse orgullosos, las razones y los números abrasan. Desde diferentes lados de la mesa se incide en la “familia” Zea Mays. Raúl González (DR. Deseo) fue invitado para un tema, pero le engañaron y participó en cinco. Colabora Santi Balmes (Love of Lesbian), a Aiora le entusiasman. Txufo Wilson (de Empty Files, bilbainos en onda trip hop) les ha asesorado en programaciones. Zea Mays, no obstante, ya componen con ritmos pregrabados, «la mitad del álbum», señala Piti. Jose Lastra, técnico, lleva 20 años con ellos. Produce el «simpático» y talentoso Dave M. Allen, que repite.
Iñaki Imaz se reinventa con intensas y delicadas guitarras, siempre con gusto. Asier y Ruber Gonzalez han reencajado por puro talento. Y Aiora Renteria está sublime, más comedida, con más matices, muy dúctil.

El servicio de ambulancias de Osakidetza, de camino a urgencias

Peixoto, euskararen eskutik abertzaletu zen betiereko militantea

El PP amenaza con el exterminio político a EH Bildu y sin tener turno de palabra

El exalcalde de Hondarribia fichó por una empresa ligada a Zaldunborda
