Derrota aparte, quedó la sensación de que a Osasuna no le alcanza con lo que tiene para competir ahora mismo en Primera con ciertas garantías. De manera subliminal lo reconoció hasta el propio técnico rojillo, Enrique Martín: «No puedo decirles nada a mis jugadores por disposición y ganas, a partir de ahí salen cositas que unos días dejan un tipo de sensaciones y otros, otras. La Primera División es una categoría muy exigente y llegamos hasta donde llegamos», admitió sin reparos el preparador de Campanas.

El míster navarro reconoció encontrarse «cabreado», aunque por sus declaraciones pareció más bien resignado. En su análisis del choque, lo calificó de «intenso», cuya resolución final se produjo gracias a que «ellos han tenido el acierto y nos vamos con el 0-1». A su juicio, el resultado más lógico hubiese sido «un empate, a la vista de lo que nos ha transmitido el encuentro», si bien «ya dije de antemano que el hecho de sumar otra derrota no significa que todo esté perdido, esto es un trayecto muy largo y el que mejor esté en cuanto a consistencia mental va a sacar el objetivo adelante».

Faltó acierto arriba

«En esta ocasión nos ha faltado acierto arriba, Sergio (León) no ha estado tan entonado como en otras ocasiones porque enfrente también ha tenido una defensa correosa y con calidad. El Alavés tiene jugadores de gran entidad y no es sencillo. Para competir al mismo nivel tenemos que salir al campo a un 300%», indicó el entrenador osasunista.

Martín también se refirió a algunos pupilos suyos en particular, como el caso de Fausto, al que ayer le tocó la importante tarea de suplir la baja de Digard. El pacense no lo hizo mal mientras estuvo sobre el terreno de juego, pero el técnico navarro admitió que para ese puesto el club sigue buscando alguna incorporación, «aunque no resulta una tarea fácil porque lo que queremos no solo depende de nosotros».

Osasuna saltó con un 5-3-2, pero con la entrada de Otegi en el campo se varió hacia un 4-4-2 que le dio más salida al equipo y, sobre todo, mayor posesión del esférico, que era lo que se buscaba. «Combinar, llevar el balón de un lado a otro era la idea, creo que ahí se han vivido los mejores momentos», apuntó Martín. Finalmente, admitió que desde el banquillo la jugada del penalti es de difícil percepción. «No voy a entrar en críticas hacia las actuaciones arbitrales, pero sí es verdad que los jugadores están bastante afectados por algunas decisiones de los colegiados», señaló.

El plantel rojillo entrenará hoy a las 11.00 horas en Tajonar y guardará descanso mañana, lunes.

Protagonistas

Nauzet. Evitó dos goles albiazules en la primera parte con sendas paradas de mérito a chuts de Toquero y Dani Torres.

Oier. Echó por tierra todo el magnífico trabajo que había realizado con la pérdida de balón que supuso el penalti que dio lugar al 0-1 definitivo.

David García. Se le vio más entonado que en otras ocasiones, más rápido en el corte e incluso atreviéndose a salir con la pelota jugada.

Miguel Flaño. Tuvo de todo. Acciones defensivas correctas con otras menos idóneas. Santos le ganó muchos balones en el juego aéreo.

Unai García. Mejoró tras el descanso, porque en la primera parte sufrió mucho con las incursiones de Toquero por su banda.

Fausto. Partido correcto el del futbolista pacense, que supo administrar, además, su buen número de faltas con solo una tarjeta amarilla.

Roberto Torres. A ramalazos, el de Arre puso algunas de las pinceladas de su fútbol, pero estuvo más rato detrás de la pelota que manejándola.

De las Cuevas. Demasiado trabajo a sus espaldas para sus características. Se le vio cansado.

Kodro. No aprovechó la ocasion que le dio Martín. Estuvo muy intermitente y poco participativo.

Sergio León. Lo intentó, pero ayer era un día en el que no le salió nada.